El enviado especial de Estados Unidos para Irán, Robert Malley, dijo el miércoles que si Irán sigue insistiendo en que el Organismo Internacional de Energía Atómica ponga fin a una investigación sobre misteriosos rastros de uranio, no habrá posibilidad de volver al acuerdo nuclear.
En declaraciones al Canal 12 de noticias de Israel en Nueva York, Malley dijo que Irán “resucitó” una disputa no relacionada con el organismo de vigilancia nuclear de la ONU -que implica su investigación de rastros de uranio encontrados en sitios no declarados- en su más reciente respuesta a una propuesta de la Unión Europea para revivir el pacto de 2015.
“O Irán lo resuelve cooperando con el OIEA o no se resolverá”, dijo Malley. “Si esa es la posición a la que se aferra Irán, no puede haber un acuerdo”.
El mes pasado, la UE presentó un borrador “final” del acuerdo para volver al acuerdo nuclear. Irán y EE.UU. se turnaron entonces para responder al texto, y Washington calificó la última respuesta de Irán de “paso atrás”.
Las negociaciones mediadas por la UE que se celebran en Viena desde abril de 2021 tienen como objetivo restablecer el Plan de Acción Integral Conjunto de 2015, del que el entonces presidente estadounidense Donald Trump se retiró en 2018, reimponiendo mordaces sanciones contra la República Islámica.
Posteriormente, Teherán dio marcha atrás en sus compromisos en virtud del acuerdo y comenzó a enriquecer y almacenar uranio rápidamente.
Malley dijo a Channel 12 que la retirada de Trump del acuerdo fue un error, explicando que su estrategia de “máxima presión” condujo a un “Irán más agresivo en la región” y proporcionó a Teherán el “programa nuclear más avanzado” que jamás ha poseído. Subrayó que una reactivación del JCPOA era la “mejor opción” para hacer frente al programa nuclear iraní.
El diplomático negó que el estancamiento de las conversaciones fuera resultado de un endurecimiento de la posición alentado por Israel, pero añadió que EE.UU. estaba “coordinando muy estrechamente” con el gobierno.
“No hemos endurecido nuestra posición, es Irán quien se ha retractado de cosas que ha dicho en el pasado”, afirmó.
Confrontado a la cuestión de si es legítimo negociar con el opresivo régimen teocrático iraní, Malley explicó: “Las negociaciones con Irán nunca se han basado en la idea de que se trata de un gobierno benévolo en el que podemos confiar”.
“Tenemos que hacer todo lo posible para evitar que Irán adquiera un arma nuclear, y la mejor manera de hacerlo es un resultado diplomático”, añadió.
Las tres investigaciones que el OIEA está llevando a cabo sobre la actividad nuclear de Irán se han convertido en un importante punto de fricción en las conversaciones. Irán ha exigido que el OIEA cierre su investigación sobre varios emplazamientos nucleares no declarados, algo que no es del agrado de las potencias occidentales.
En un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el miércoles, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, insistió en que el programa nuclear de su país era pacífico y que se tomaba “en serio” las negociaciones.
“Nuestro deseo es sólo una cosa: el cumplimiento de los compromisos”, dijo Raisi, señalando que fue Estados Unidos quien se retiró del acuerdo.
Israel ha presionado a sus aliados occidentales para que no vuelvan al JCPOA y desde hace tiempo le preocupa que Irán pretenda construir un arma nuclear, una acusación que la República Islámica lleva tiempo negando.
La vicesecretaria de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, dijo la semana pasada que las negociaciones habían llegado a un “punto muerto” tras la reciente respuesta de Irán, y Jerusalén no cree que Irán y las potencias mundiales vuelvan al acuerdo nuclear antes de las elecciones de mitad de período de noviembre en EE.UU.