Ante los escasos avances en las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, la administración de Biden se está moviendo para endurecer la aplicación de las sanciones a Irán, dijo el jueves el Departamento de Estado estadounidense.
Se espera que una delegación de alto nivel de EE. UU. viaje a los Emiratos Árabes Unidos la próxima semana para emitir una advertencia a los bancos que realizan negocios con Teherán y no están cumpliendo con las sanciones, informó la agencia de noticias Reuters.
Según el Wall Street Journal, la delegación también se reunirá con empresas petroquímicas y otras empresas privadas que realizan negocios con Teherán por valor de miles de millones de dólares.
La delegación incluirá a la directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense, Andrea Gacki.
Según el WSJ, Estados Unidos podría enviar también delegaciones a otros países para reforzar la presión económica sobre Irán si no se producen avances en las conversaciones.
Un portavoz del Departamento de Estado manifestó a Reuters que EE. UU. tiene pruebas de incumplimiento por parte de varios organismos, y podría haber sanciones o penalizaciones.
Los Emiratos Árabes Unidos no hicieron ningún comentario inmediato al respecto.
Las conversaciones en Viena terminaron el jueves una hora después de reanudarse tras una pausa de varios días, con las tensiones elevadas después de que Teherán hiciera la semana pasada unas exigencias que los países europeos criticaron duramente.
El representante de Rusia, Mikhail Ulyanov, tuiteó que a pesar de que la reunión fue corta, fue “constructiva”.
“Los participantes observaron una serie de importantes puntos en común en sus posiciones, incluso con respecto a la necesidad de finalizar las #ViennaTalks sobre la restauración del #JCPOA con éxito y rapidez”, dijo Ulyanov.
La reunión de todos los firmantes restantes del acuerdo -Irán, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China- fue presidida por el diplomático de la Unión Europea Enrique Mora.
Estados Unidos ha participado indirectamente en las conversaciones en curso porque se retiró del acuerdo en 2018 bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha señalado que quiere reincorporarse al acuerdo.
Las conversaciones de la semana pasada fueron las primeras en más de cinco meses, una brecha causada por un nuevo gobierno de línea dura que asumió el poder en Teherán. La semana pasada, los diplomáticos europeos instaron a Teherán a volver con “propuestas realistas” después de que la delegación iraní planteara numerosas exigencias que otras partes del acuerdo consideraron inaceptables.
El acuerdo sellado en Viena en 2015, conocido formalmente como Plan de Acción Integral Conjunto, pretendía frenar el programa nuclear iraní a cambio de la relajación de las sanciones económicas.
Tras la decisión de Estados Unidos de retirar y reimponer las sanciones contra Irán, Teherán ha vuelto a acelerar su programa nuclear enriqueciendo uranio por encima de los umbrales permitidos en el acuerdo. Irán también ha restringido el acceso de los observadores del organismo de control atómico de la ONU a sus instalaciones nucleares, lo que ha aumentado la preocupación por lo que el país está haciendo fuera de la vista.
Mientras tanto, los líderes militares israelíes y estadounidenses están dispuestos a discutir posibles ejercicios militares para practicar la destrucción de las instalaciones nucleares iraníes en el peor de los casos, dijo un alto funcionario estadounidense.
Israel se opone a que Estados Unidos vuelva al JCPOA y el ministro de Defensa, Benny Gantz, partió el miércoles hacia Washington. Gantz expresó que se reunirá con el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y con el Secretario de Estado, Antony Blinken.
Antes de despegar hacia Estados Unidos, Gantz dijo: “Irán es una amenaza para la paz mundial y pretende convertirse en una amenaza existencial para Israel”.