El gobierno de Biden está tomando medidas para aumentar la aplicación de sanciones contra Irán, escribió el jueves The Wall Street Journal, añadiendo que altos funcionarios estadounidenses han dicho que esta es la primera señal de Washington para aumentar la presión económica en medio de las conversaciones nucleares que se encuentran en dificultades en Viena.
Citando a altos funcionarios del Departamento de Estado y del Departamento del Tesoro de EE.UU., el informe dice que Estados Unidos está enviando una delegación de alto nivel esta semana a los Emiratos Árabes Unidos, un importante aliado de EE.UU., pero también el segundo mayor socio comercial de Irán, y “un conducto para las transacciones comerciales y financieras de Irán con otros países”.
Según el informe, la delegación estadounidense tiene previsto celebrar reuniones con empresas petroquímicas, y otras empresas privadas y bancos, en los EAU, que realizan “miles de millones de dólares de comercio con Irán”, con el fin de lanzar una advertencia.
El contenido de esa advertencia es que Estados Unidos tiene “visibilidad sobre las transacciones que no cumplen con las sanciones”, según el informe, y añade que “esos bancos y empresas se enfrentan a un riesgo extremo si esto continúa”.
En caso de que las advertencias no sean atendidas, podrían producirse sanciones contra los emiratíes y otras empresas, añadía.
The Wall Street Journal describió un panorama cada vez más sombrío sobre las perspectivas de restablecer el acuerdo nuclear de 2015, que la administración Trump abandonó unilateralmente en 2018, lo que constituye el telón de fondo de la intensificación de la aplicación de las sanciones existentes, en concreto, sobre el combustible.
Las conversaciones se reanudaron la semana pasada, pero no lograron ningún avance. Los negociadores europeos y estadounidenses acusaron a Irán de adoptar posturas mucho más duras que las defendidas por los representantes iraníes en la última ronda de conversaciones de hace cinco meses.