VIENA – El jefe del organismo de control nuclear de la ONU dijo el lunes que se había reunido con el jefe de la agencia de energía atómica de Irán, mientras los intentos de revivir el acuerdo nuclear del país se estancan.
Los esfuerzos por salvar el acuerdo de 2015 -que ofrecía una reducción de las sanciones internacionales a cambio de una drástica limitación de las actividades nucleares de Irán- han fracasado desde que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, hizo que Estados Unidos se retirara del mismo en 2018.
Estados Unidos volvió a imponer sanciones mordaces, lo que provocó que Teherán diera un paso atrás en sus compromisos nucleares, aumentara en gran medida sus existencias de uranio enriquecido y desactivara las cámaras de vigilancia operadas por el organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Pero, tras meses de fricción, ambas partes se reunieron cara a cara en Viena.
“Se ha reanudado el diálogo con Irán para aclarar las cuestiones de salvaguardia pendientes”, tuiteó el lunes Rafael Grossi.
Dijo que se había reunido con Mohammad Eslami -el jefe nuclear de Irán- al margen de la conferencia anual del OIEA, y publicó una foto de los dos hombres dándose la mano.
El organismo de control de la ONU ha estado presionando a Irán para que dé respuestas sobre la presencia de material nuclear en tres emplazamientos no declarados, y este punto de fricción clave llevó a la aprobación de una resolución que criticaba a Irán en una reunión de junio de la junta de gobernadores del OIEA.
Antes de la reunión del lunes, Grossi dijo a Irán que su organismo no detendría la investigación sobre los emplazamientos no declarados, lo que indica que el asunto seguirá bloqueando los esfuerzos entre las potencias mundiales e Irán para reanudar el acuerdo nuclear.
En su intervención en la conferencia anual del OIEA en Viena, Grossi declaró que la investigación en curso sobre el origen de los restos de uranio encontrados en varios emplazamientos no declarados en Irán “no va a desaparecer”, según Bloomberg.
Eslami también señaló que Irán no estaba dispuesto a comprometerse en la cuestión, diciendo que la investigación se basaba en “información falsa y sin fundamento”.
Insistió en que un acuerdo nuclear reactivado debería impedir que se hicieran “acusaciones infundadas” contra su país y sugirió que Israel había plantado pruebas en poder del OIEA en un intento de fabricar cargos contra Irán, según citó Bloomberg.
El argumento público indicaba que las posibilidades de llegar a un acuerdo eran escasas, aunque Grossi aún mantenía la esperanza de un resultado positivo, afirmando que tenía previsto reunirse con Elsami esta misma semana, y añadiendo que “tenemos que encontrar una solución común”.
Irán ha dicho en repetidas ocasiones que quiere que el OIEA abandone su interés en los tres emplazamientos, una postura que, según el organismo de control nuclear, carece de credibilidad.
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU el pasado miércoles, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, reiteró la insistencia de su país en que no está buscando un arma nuclear y exigió garantías de EE.UU. de que respetaría cualquier acuerdo nuclear renovado.
El organismo de control de la ONU dijo a principios de este mes que “no está en condiciones de garantizar que el programa nuclear de Irán sea exclusivamente pacífico”.