El jueves, la junta directiva del organismo de control nuclear de la ONU expresó su condena hacia Irán por su insuficiente colaboración con la agencia. Es la segunda vez en cinco meses que toma esta medida.
En un comunicado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) instó a Irán a proporcionar explicaciones sobre una prolongada investigación acerca de partículas de uranio halladas en dos ubicaciones no declaradas como sitios nucleares por Teherán.
La resolución fue respaldada por 19 miembros de la junta del OIEA. Por otro lado, Rusia, China y Burkina Faso votaron en contra, mientras que 12 países optaron por abstenerse y uno no participó. Diplomáticos que solicitaron anonimato revelaron los resultados de la votación realizada a puertas cerradas.
Presentada por Francia, Alemania y Reino Unido, con apoyo de Estados Unidos, la resolución se emite en un momento crucial, marcado por el posible regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense.
Durante su primer mandato, Trump mantuvo una política de “máxima presión” sobre Irán. En 2018, retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con las potencias mundiales e impuso sanciones más severas, afectando gravemente la economía iraní.
Un informe confidencial del OIEA publicado recientemente destaca que Irán ha incrementado sus reservas de uranio enriquecido hasta niveles cercanos al grado armamentístico. Según el documento, al 26 de octubre, Teherán acumuló 182,3 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, un aumento de 17,6 kilogramos respecto al informe anterior de agosto.
La resolución aprobada solicita al OIEA una “evaluación exhaustiva y actualizada” sobre las actividades nucleares iraníes. Este paso podría llevar eventualmente a una remisión al Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar nuevas sanciones contra Teherán.
Irán condena resolución del OIEA y anuncia medidas
Tras la aprobación de la resolución, la Organización de Energía Atómica de Irán y el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país emitieron un comunicado conjunto. En el texto, condenaron la decisión y señalaron que el jefe nuclear iraní, Mohammad Eslami, ordenó poner en marcha nuevas centrifugadoras avanzadas, diseñadas para enriquecer uranio a gran velocidad.
El OIEA ha señalado previamente dos ubicaciones cerca de Teherán, Varamin y Turquzabad, donde inspectores detectaron rastros de uranio procesado. La resolución reciente pone énfasis en estos sitios, exigiendo que Irán ofrezca “explicaciones técnicamente creíbles” sobre las partículas de uranio halladas.
Según el OIEA, Teherán debe detallar el origen y el destino actual del material nuclear para demostrar que su programa tiene fines exclusivamente pacíficos. Occidente sospecha que estos rastros podrían confirmar la existencia de un programa secreto de armas nucleares en Irán, activo hasta al menos 2003. Por su parte, Irán asegura que su programa no tiene objetivos militares.
Uno de los sitios, Turquzabad, cobró notoriedad en 2018 cuando el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lo denunció en la ONU como un almacén clandestino de material nuclear escondido en una fábrica de alfombras. Aunque Irán negó las acusaciones, inspectores del OIEA encontraron posteriormente partículas de uranio procesado en el lugar.
Desde 2019, el número de sitios investigados se ha reducido de cuatro a dos, pero las preguntas sin respuesta sobre ellos mantienen viva la tensión. En el caso de Varamin, el OIEA afirma que el sitio fue utilizado entre 1999 y 2003 para convertir mineral de uranio en gas, que posteriormente se enriquecía mediante centrifugación. Los edificios de Varamin fueron demolidos en 2004, según los informes del organismo.
El material de Varamin habría sido trasladado a Turquzabad en medio de la demolición, aunque esto no explica completamente la presencia de diversos tipos de partículas isotópicamente alteradas halladas en este último lugar, según el OIEA.
Resolución del OIEA exige explicaciones de Irán sobre uranio no declarado
El jueves, en Viena, la junta de 35 miembros del OIEA aprobó una resolución instando a Irán a aclarar la presencia de partículas de uranio en Varamin y Turquzabad. Además, solicita que Teherán informe sobre el paradero actual del material nuclear, garantice acceso a todas sus instalaciones nucleares y colabore con los inspectores del organismo.
La agencia Associated Press (AP) accedió al borrador de la resolución, que también exige que el director general del OIEA, Rafael Grossi, presente una evaluación actualizada del programa nuclear iraní, incluyendo la posible existencia de material no declarado, para la primavera de 2025.
Teherán mantiene que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos y asegura haber declarado al OIEA todo el material, las actividades y los sitios nucleares requeridos según el Acuerdo de Salvaguardia. Sin embargo, hasta ahora no ha emitido comentarios sobre la resolución, aunque autoridades iraníes han advertido previamente que tomarán represalias si se adopta. En otras ocasiones, la respuesta de Irán a resoluciones similares ha sido intensificar sus actividades nucleares.
Diplomáticos señalaron que la evaluación solicitada podría motivar a países europeos a implementar nuevas medidas contra Irán, lo que podría agravar las tensiones entre Teherán y Occidente. Además, podría servir como fundamento para aplicar sanciones antes de octubre de 2025, fecha en que expira el acuerdo nuclear de 2015.