El mandatario iraní, Masoud Pezeshkian, niega cualquier intención de su país de fabricar armamento nuclear, en respuesta a la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de un nuevo pacto que impida ese desarrollo.
«No queremos armas nucleares», declara Pezeshkian ante diplomáticos extranjeros en Teherán, al tiempo que afirma que comprobarlo es una tarea sencilla.
En su intervención televisada, alude a un edicto religioso emitido hace años por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, que prohíbe la fabricación y uso de bombas atómicas.
Recalca que la República Islámica de Irán rechaza la idea de utilizar tales armas, ya que asesinar a personas inocentes contraviene sus principios.
No obstante, el organismo de supervisión nuclear de la ONU advierte que Irán ha alcanzado niveles de enriquecimiento de uranio sin aplicación civil, mientras que autoridades iraníes han lanzado repetidas amenazas contra ciudades israelíes. Israel, por su parte, ha presentado documentos que, según alega, prueban que Irán ha intentado obtener capacidad nuclear militar.
Trump insiste en la necesidad de un «acuerdo de paz nuclear verificado» que garantice que Irán no acceda a ese tipo de armamento.
Washington refuerza su política de «máxima presión» contra el gobierno iraní, tras reiterar las acusaciones de que su programa nuclear persigue fines militares.