A pesar de declarar sus intenciones de continuar con las conversaciones indirectas con Estados Unidos para volver al acuerdo nuclear de 2015, el presidente iraní Ebrahim Raisi ha insinuado que “se sentiría cómodo” con una escalada con Occidente en este momento.
Según un informe del diario panárabe londinense Asharq Al-Awsat, las recientes operaciones en el Golfo Pérsico y el Líbano reflejan el interés del presidente iraní, al menos en este momento, en una confrontación destinada a imbuir a su nuevo gobierno de cierto prestigio entre los radicales de Irán.
El periódico también optó por hacer hincapié en el juicio por crímenes de guerra que se está celebrando en Suecia en relación con las ejecuciones en las que participó Raisi, incluida la ejecución de más de 5.000 opositores al régimen en las cárceles de todo el país en la década de 1980.
Citó a Sanam Vakil, subdirectora del programa de Oriente Medio y África del Norte del grupo de expertos británico Chatham House, diciendo: “El resultado del juicio podría ser especialmente embarazoso para Raisi, dificultando que entable conversaciones directas con los Estados europeos”.