El embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, hizo su primera aparición pública en Beirut desde que resultó herido en un ataque con bíperes explosivos en septiembre. Amani regresó al Líbano tras recibir tratamiento en Irán y visitó el lugar al sur de Beirut donde el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, fue asesinado en un ataque aéreo israelí el 27 de septiembre.
Sobre el ataque que destruyó seis edificios y mató a Nasrallah y a otros miembros de Hezbolá, Amani declaró que Israel debería recibir “la más alta medalla por sabotaje, terrorismo, sangre y asesinato de civiles”.
Amani sufrió graves heridas en la cara y las manos cuando el bíperes que sostenía explotó, uno de los aproximadamente 3.000 dispositivos de Hezbolá que estallaron simultáneamente, causando la muerte y lesiones a numerosos miembros del grupo terrorista.
El día después del ataque con bíperes, se registró otro similar con walkie-talkies, que dejó al menos 37 muertos y más de 3.000 heridos. Un portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó que el ataque con bíperes fue aprobado por el gobierno israelí.