Los Estados Unidos podrían tomar acción militar preventiva si recibe suficiente advertencia de que Irán o sus proxys están planeando más ataques contra los intereses americanos en el Medio Oriente, dijo el jueves el Secretario de Defensa Mark Esper, según NBC News.
“Estamos preparados para hacer lo que sea necesario para defender a nuestro personal y nuestros intereses y a nuestros socios en la región”, dijo Esper a los periodistas del Pentágono.
Citó una serie de ataques violentos contra el personal y las instalaciones de Estados Unidos en Irak en los últimos meses por parte de grupos de milicias apoyadas por Irán.
Los Estados Unidos tienen “indicios” de que se pueden estar produciendo más provocaciones iraníes, sugirió Esper sin dar detalles.
“Si eso ocurre, entonces actuaremos y, por cierto, si nos llegan noticias de ataques o algún tipo de indicio, tomaremos medidas preventivas también para proteger a las fuerzas estadounidenses, para proteger las vidas de los estadounidenses”, añadió.
Los comentarios de Esper se hicieron horas antes de que Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní, fuera supuestamente eliminado en un ataque aéreo atribuido a Estados Unidos en el Aeropuerto Internacional de Bagdad en Irak.
Momentos antes del ataque en Irak, Esper twitteó una advertencia a Irán.
“A Irán y sus milicias proxy: no aceptaremos que continúen los ataques contra nuestro personal y fuerzas en la región. Los ataques contra nosotros serán respondidos en el tiempo, forma y lugar que nosotros elijamos. Instamos al régimen iraní a poner fin a las actividades malignas”, escribió.
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán aumentaron esta semana a raíz de los ataques aéreos de Estados Unidos contra la milicia de Kataib Hezbolá en Irak a principios de la semana. Los ataques fueron en respuesta a la muerte de un contratista civil estadounidense en un ataque con cohetes del viernes contra una base militar iraquí.
El martes, los militantes iraquíes sitiaron la embajada de Estados Unidos en Bagdad, prendieron fuego y destruyeron las cámaras de seguridad antes de entrar por la fuerza en el complejo.
El presidente estadounidense Donald Trump acusó a Irán de orquestar la violenta protesta. Irán rechazó las acusaciones.
Tras el ataque a la embajada, el Pentágono anunció que alrededor de 750 tropas más serían enviadas a Oriente Medio inmediatamente.
Aunque Trump amenazó con que Irán pagaría un “gran precio” por el ataque a la embajada, más tarde dijo que no creía que una guerra con Irán estuviera en el horizonte.