WASHINGTON – Estados Unidos actuó el viernes para obligar a Irán a dejar de producir uranio poco enriquecido y expandir su única planta de energía nuclear, intensificando su campaña para detener el programa de misiles balísticos de Teherán y frenar su influencia regional.
Al mismo tiempo, el gobierno de Trump renovó las exenciones de las sanciones de Estados Unidos, permitiendo a Rusia, China, Francia y Gran Bretaña llevar a cabo programas diseñados para evitar que Irán reactive un programa de armas nucleares obsoleto, dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
En lugar de otorgar las exenciones por 180 días, la administración acortará su plazo a 90 días, según el comunicado.
Bajo el acuerdo nuclear de 2015 con seis grandes potencias, Irán acordó transformar sus instalaciones nucleares en Arak y Fordow de una manera que haría mucho más difícil usarlas para producir material fisionable para armas nucleares.
Sin embargo, la capacidad de las cuatro naciones para continuar con su trabajo se vio comprometida por la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el acuerdo el año pasado, diseñado para limitar el programa nuclear de Irán a cambio de un alivio de las sanciones económicas.