La administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso el lunes nuevas sanciones al sector petrolero iraní, incluyendo las ventas a Siria y Venezuela, según informa AFP.
Bajo las nuevas medidas, la administración designó a la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, al Ministerio de Petróleo de Irán y a la Compañía Nacional de Tanques de Irán bajo una autoridad antiterrorista.
El Departamento del Tesoro emitió las sanciones vinculando a las tres entidades a la Fuerza Quds de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán, que había sido designada anteriormente como organización terrorista por los Estados Unidos y cuyo comandante, Qassem Soleimani, murió en un ataque estadounidense en el aeropuerto de Bagdad en enero.
El Secretario de Estado Mike Pompeo dijo que las sanciones deberían enviar una advertencia a “los pocos compradores restantes de petróleo crudo iraní”.
“Estas designaciones son un paso importante en la campaña de máxima presión para limitar la capacidad del régimen iraní de amenazar a sus vecinos y desestabilizar el Oriente Medio”, dijo Pompeo en un comunicado.
El Ministro de Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, denunció las sanciones como una “reacción pasiva al fracaso de la política de Washington de reducir a cero las exportaciones de crudo (de Irán)”.
“No tengo ningún activo fuera de Irán para estar sujeto a las sanciones. Sacrificaría mi vida, mis pertenencias y mi reputación por Irán”, escribió Zanganeh, que también fue blanco personal, en Twitter.
El Ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif llamó a los Estados Unidos un “#SanciónAddict”, twiteando, “Deje el hábito”.
Desde 2018, la administración Trump ha aplicado regularmente sanciones a Irán.
A principios de este mes, los Estados Unidos aplicaron nuevas sanciones al sector financiero de Irán, dirigidas a 18 bancos iraníes en un esfuerzo por excluir aún más a Irán del sistema bancario mundial.
Los Estados Unidos han comenzado a aumentar la presión de las sanciones impuestas al Irán después de que éste iniciara el proceso de restablecimiento de todas las sanciones de las Naciones Unidas anteriores a 2015 contra la República Islámica. La medida para activar la “reacción” se produjo después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas rechazara la resolución de los Estados Unidos de prorrogar el embargo de armas contra el Irán, que expiró la semana pasada.
Sin embargo, el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU rechazó la demanda de “snapback” de los EE.UU., diciendo que no había un acuerdo general entre los miembros del consejo.