Las potencias de Europa acusaron a Irán el martes de “llevar a cabo actividades incompatibles con sus compromisos” en el marco del acuerdo nuclear de 2015 y solicitaron una reunión urgente de las partes en el acuerdo para discutir el cumplimiento de Teherán.
Gran Bretaña, Alemania, Francia, Rusia, China e Irán son las partes restantes del acuerdo, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto, que fue abandonado por Estados Unidos el año pasado.
“Estos asuntos de cumplimiento deben ser tratados dentro del marco de la JCPOA, y una Comisión Conjunta debe ser convocada urgentemente”, dijeron en un comunicado los ministros de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Francia y Alemania, además de la máxima autoridad diplomática de la Unión Europea.
Las potencias de Europa no han desencadenado un proceso de resolución de disputas contenido en el acuerdo, dijeron los diplomáticos, hablando a condición de que se mantenga el anonimato.
La Comisión Mixta, presidida por la jefa de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, está formada por las restantes partes del acuerdo y fue creada para supervisar la aplicación y abordar cualquier problema.
“Irán ha declarado que quiere permanecer dentro del JCPOA. Debe actuar en consecuencia invirtiendo estas actividades y volviendo al pleno cumplimiento de la ley JCPOA sin demora”, dijeron los países europeos.
El acuerdo de 2015 ofrecía a Irán acceso al comercio mundial mediante el levantamiento de la mayoría de las sanciones a cambio de aceptar frenar su programa nuclear.
El futuro del pacto ha estado en duda desde el año pasado, cuando los Estados Unidos se retiraron del mismo y reimpusieron sanciones unilaterales. Irán ha dicho que quiere seguir acatando el acuerdo, pero no está dispuesto a hacerlo indefinidamente si las sanciones de Estados Unidos le impiden recibir alguno de los beneficios económicos prometidos.
El destino del acuerdo ha llegado a un punto crítico en los últimos 10 días, después de que Irán anunciara que había acumulado más uranio enriquecido que el permitido en el acuerdo y dijera que había refinado uranio a una pureza mayor.
Teherán argumenta que sus pasos están permitidos bajo el acuerdo como respuesta al incumplimiento de los Estados Unidos. Ha dicho que podría tomar nuevas medidas en 60 días, incluyendo el reinicio de las centrifugadoras desmanteladas y la purificación del uranio a un umbral mucho más alto.
Confrontación
La diplomacia nuclear es un tema central en una confrontación más amplia entre Estados Unidos e Irán, que se ha intensificado desde principios de mayo, cuando Washington endureció las sanciones con el objetivo de detener todas las exportaciones de petróleo iraníes.
La disputa adquirió una dimensión militar, con Washington acusando a Teherán de ataques a barcos en el Golfo Pérsico. El mes pasado, Irán derribó un dron estadounidense, lo que llevó al presidente Donald Trump a ordenar ataques aéreos de represalia, solo para cancelarlos a pocos minutos de llevarse a cabo.
Las potencias europeas no estuvieron de acuerdo con la decisión de la administración Trump de abandonar el acuerdo nuclear, y desde entonces se han visto atrapadas en el medio, tratando de persuadir a Irán de que se aferre a él sin recibir los beneficios prometidos.
La administración Trump argumenta que el acuerdo acordado bajo su predecesor, Barack Obama, fue demasiado débil porque algunos de sus términos no eran permanentes y omitió temas no nucleares como el programa de misiles balísticos de Irán y las políticas regionales.
La política de línea dura de Trump está respaldada por los Estados árabes del Golfo que exportan petróleo, que consideran a Irán un enemigo y se benefician de las sanciones de EE.UU. que han retirado el crudo iraní del mercado, y por Israel, que ha pedido repetidamente a los países europeos que vuelvan a imponer sanciones.