“La amenaza iraní no se centra únicamente en Israel”, advirtió el martes el ministro de Defensa, Benny Gantz, afirmando que la república islámica no ha renunciado a sus sueños de dominación mundial.
En una conferencia organizada por la Escuela Lauder de Gobierno, Diplomacia y Estrategia de la Universidad de Reichman (IDC) en Herzliya, Gantz explicó que “Irán busca una hegemonía regional y luego mundial, e imponer una ideología extremista en la que se pisotean los derechos humanos, se ahorca a los LGBTQ, se margina a las mujeres y se asignan recursos en beneficio del régimen”.
Los esfuerzos de Teherán en este sentido incluyen “tomar el control de Estados en decadencia como Yemen, Siria, Irak y Líbano”. El método es claro: primero tomamos Damasco, luego Berlín. Irán también está operando fuera de la región, transfiriendo petróleo y armas a Venezuela, desplegando su Fuerza Quds en Sudamérica y tratando de ganar influencia en Afganistán”, continuó Ganz.
“El terrorismo iraní se promueve con la aprobación de [el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí] Jamenei y bajo la directiva del régimen”.
El ministro de Defensa señaló que una de las principales herramientas que utiliza Irán son los drones, que son “armas de precisión que pueden alcanzar objetivos estratégicos a miles de kilómetros de distancia”.
“Esta capacidad ya pone en peligro a los países suníes, a las fuerzas internacionales en Oriente Medio y también a los países de Europa y África”.
El discurso de Gantz incluyó explicaciones sobre las bases de drones en el sur de Irán, desde donde se lanzaron ataques con vehículos aéreos no tripulados contra objetivos en las aguas del Golfo y sus alrededores.
La república islámica también está utilizando drones para transportar armas a grupos terroristas en Judea y Samaria, advirtió.
Gantz instó a los líderes mundiales a resistir la presión iraní y subrayó el interés compartido que tienen con Israel respecto a frenar las aspiraciones militares y nucleares de los ayatolás.
“Las naciones del mundo tienen muchas herramientas con las que afrontar y contrarrestar la amenaza, y hay que poner en marcha un ‘Plan B’” en caso de que fallen las opciones diplomáticas, dijo.
“Seguiremos trabajando en plena cooperación con nuestros amigos estadounidenses y con otros países. El mundo tiene las herramientas y el interés de detener a Irán, que socava la economía, la política exterior, la seguridad y los valores morales”.
“No hay duda de que lo mejor es una solución diplomática, pero al mismo tiempo debe estar sobre la mesa la opción del uso de la fuerza, así como la continuación de la diplomacia por otros medios. A veces el uso de la fuerza y su demostración pueden evitar la necesidad de medidas más fuertes. Agradezco a nuestros amigos estadounidenses las sanciones y otras medidas adoptadas recientemente para alcanzar este objetivo común”, dijo.