Los jefes de inteligencia advierten sobre los riesgos del programa nuclear de Irán en reuniones con diplomáticos europeos en Suiza.
Preocupaciones por el programa nuclear iraní
Preocupación de Reino Unido por amenazas nucleares de Irán
El viernes, los jefes de inteligencia británicos y franceses expresaron inquietud por el programa nuclear iraní, mientras diplomáticos europeos y de Teherán dialogaban al respecto.
Desde París, el líder del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido destacó que las ambiciones nucleares de Irán representan una grave amenaza para la seguridad mundial, a pesar de los reveses sufridos por sus aliados Hamás y Hezbolá.
“Las milicias aliadas de Irán en Oriente Medio han sufrido graves golpes”, declaró Richard Moore, jefe del Servicio Secreto de Inteligencia. “Pero las ambiciones nucleares del régimen siguen amenazándonos a todos”, añadió.
Simultáneamente, el director de inteligencia exterior francés advirtió que la proliferación nuclear iraní podría constituir una amenaza seria en los próximos meses, subrayando que ambos países trabajan en estrategias conjuntas para enfrentar este escenario.
Francia y Reino Unido refuerzan cooperación ante riesgo nuclear
“Nuestros servicios están trabajando codo con codo para abordar lo que sin duda es una de las amenazas más críticas en los próximos meses: la posible proliferación atómica en Irán”, manifestó Nicolas Lerner, director del servicio de inteligencia francés, desde la embajada británica en Ginebra.
Lerner destacó que la información precisa será esencial para que las autoridades puedan tomar decisiones y diseñar estrategias efectivas, algo poco habitual en declaraciones públicas.
Por otro lado, representantes de Irán, Gran Bretaña, Francia y Alemania acordaron mantener el diálogo diplomático “en un futuro cercano”, según comunicaron el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán y los representantes de los países europeos tras las conversaciones del viernes.
El viceministro iraní, Kazem Gharibabadi, aseguró que Irán está comprometido con los intereses de su pueblo y prefiere el camino del diálogo y el compromiso para resolver las tensiones.
Diálogo diplomático en Ginebra sobre el programa nuclear iraní
En la ciudad suiza de Ginebra, diplomáticos europeos e iraníes discutieron si sería posible iniciar conversaciones más serias en las próximas semanas, con el objetivo de aliviar las tensiones en torno al programa nuclear iraní antes de que Donald Trump retome la presidencia en enero.
Las reuniones coincidieron con el anuncio de Irán a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre su plan de instalar 6.000 nuevas centrifugadoras para enriquecer uranio, una acción que marca un paso significativo hacia la capacidad armamentística.
Este encuentro en Ginebra, donde se dieron los primeros avances sobre el programa nuclear iraní hace más de una década, fue el primero desde las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y buscaba generar impulso antes de la investidura de Trump, quien ya prometió renovar su estrategia de “máxima presión” contra Irán.
Horas antes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió en televisión que Israel hará “todo lo posible” para impedir que Irán obtenga armas nucleares, mientras que el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, mencionó que Irán podría modificar su postura sobre las armas nucleares si se reintroducen sanciones.
Acciones nucleares recientes de Irán generan preocupación internacional
Previo a las reuniones en Ginebra, Irán confirmó que inyectó gas de uranio en centrifugadoras recientemente activadas, lo que constituye un paso técnico hacia la fabricación de armas nucleares.
Esta medida se percibe como una reacción directa a la resolución adoptada el 21 de noviembre por la Junta de Gobernadores del OIEA, que condenó las actividades nucleares de Irán y pidió un informe detallado para 2025. La resolución fue impulsada por Estados Unidos y los países del E3.
Según un documento del OIEA al que tuvo acceso AFP, Irán comunicó su intención de alimentar unas 6.000 centrifugadoras en Fordo y Natanz para enriquecer uranio al 5%, superando el límite del 3,67% establecido en el acuerdo nuclear de 2015.
Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, pero enriquece uranio al 60%, algo que según el OIEA lo coloca a un paso técnico del nivel armamentístico, que es del 90%.
Desde que Estados Unidos abandonó el acuerdo nuclear en 2018, Irán ha acelerado significativamente su programa de enriquecimiento de uranio, limitando también el acceso del OIEA para monitorear sus actividades.