Irán inicia el uso de centrifugadoras avanzadas mientras prepara conversaciones con Europa sobre el control de su programa de enriquecimiento de uranio.
Detalles sobre el estado del programa nuclear iraní
- Irán introduce gas de uranio en nuevas centrifugadoras
- Irán refuerza su programa nuclear pese a sanciones
- Resolución del OIEA condena falta de cooperación de Irán
- Irán eleva el enriquecimiento de uranio tras retirada de EE. UU.
- El TNP y las obligaciones legales de Irán
- Debate interno en Irán sobre la política nuclear
Irán introduce gas de uranio en nuevas centrifugadoras
El principal funcionario nuclear de Irán, Mohammad Eslami, confirmó que se ha comenzado a introducir gas de uranio en centrifugadoras avanzadas recientemente activadas. Este anuncio se dio a conocer el jueves, poco antes de que Irán participe en conversaciones con potencias europeas destinadas a frenar sus actividades de enriquecimiento y aumentar las inspecciones.
El anuncio de Eslami llega tras la decisión de Gran Bretaña, Francia y Alemania de unirse a Estados Unidos en la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). Durante la reunión, estos países censuraron a Irán por su falta de cooperación y por continuar aumentando el procesamiento de uranio sin permitir una supervisión adecuada por parte de los inspectores.
La inserción de gas de uranio constituye un paso crucial para activar las centrifugadoras. Estas operan haciendo girar el elemento a gran velocidad con el fin de incrementar la proporción del isótopo fisible U-235.
En una postura desafiante frente a la reciente resolución del organismo de la ONU, Irán anunció esta semana que había activado “centrifugadoras nuevas y avanzadas”. Esto representa un avance en su programa nuclear, que actualmente incluye uranio enriquecido a niveles próximos al grado de armas, suficiente para fabricar varias bombas nucleares si se toma esa decisión.
Irán refuerza su programa nuclear pese a sanciones
El OIEA informó en junio que Irán ya había comenzado a producir nuevas centrifugadoras y estaba planeando su despliegue. Este desarrollo se mantiene a pesar de la censura de la semana pasada por parte de la Junta de Gobernadores.
Los funcionarios iraníes, no obstante, han manifestado disposición a dialogar con Occidente. Esto ocurre antes del regreso del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante su administración previa adoptó una política de “máxima presión” contra Irán.
El diplomático iraní Majid Takht-Ravanchi, quien ocupa el cargo de adjunto político del ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, liderará las conversaciones del viernes con Gran Bretaña, Francia y Alemania. Estas reuniones tendrán lugar poco después de la resolución de censura.
Antes de dichas conversaciones, Takht-Ravanchi se reunirá con Enrique Mora, secretario general adjunto de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, según informó la agencia estatal de noticias IRNA.
Resolución del OIEA condena falta de cooperación de Irán
La Junta de Gobernadores del OIEA, compuesta por 35 países, emitió una resolución la semana pasada condenando a Irán por su falta de colaboración en temas nucleares. Además, solicita al organismo internacional que elabore una “evaluación completa y actualizada” sobre las actividades nucleares iraníes.
Esta evaluación podría derivar en la remisión del caso al Consejo de Seguridad de la ONU para considerar posibles sanciones adicionales contra Teherán. Sin embargo, Irán ha calificado la resolución como “motivada políticamente” y asegura que no se ajusta a los hechos.
El interés de Teherán por reanudar el diálogo con tres potencias europeas surge pocos días después de la censura por parte de la Junta. Estas acciones ocurren mientras se acerca el retorno de Trump a la presidencia de Estados Unidos.
En su mandato anterior, Trump reimpuso severas sanciones contra Irán tras retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015. Dicho acuerdo buscaba limitar las capacidades nucleares de Irán a cambio de aliviar las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.
Irán eleva el enriquecimiento de uranio tras retirada de EE. UU.
Teherán ha declarado repetidamente que no busca desarrollar armas atómicas, asegurando que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Sin embargo, como respuesta a la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015, Irán ha incrementado el enriquecimiento de uranio al 60 por ciento, un nivel cercano al 90 por ciento necesario para fabricar una bomba nuclear.
Los intentos de la administración del presidente Joe Biden por reactivar el pacto a través de negociaciones indirectas con Irán han fracasado. Durante su campaña electoral en septiembre, Trump expresó: “Tenemos que llegar a un acuerdo porque las consecuencias son imposibles. Tenemos que llegar a un acuerdo”.
Para Irán, el principal objetivo de las conversaciones con los tres países europeos este viernes es evitar lo que el analista político Mostafa Shirmohammadi denominó un “doble desastre”. Este escenario implicaría enfrentar simultáneamente la presión renovada del gobierno de Trump y de las naciones europeas.
Shirmohammadi también señaló que el apoyo a Irán por parte de Europa se ha debilitado debido a las acusaciones de que Teherán brindó asistencia militar en la invasión rusa de Ucrania, algo que Irán ha negado rotundamente.
El TNP y las obligaciones legales de Irán
La reciente resolución de censura del OIEA instó a Irán a cumplir con sus obligaciones legales bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1970. Este tratado exige que los países declaren y mantengan todos sus materiales nucleares bajo la supervisión del organismo internacional.
En respuesta a esta resolución, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, declaró que su país había puesto en funcionamiento “varios miles de centrifugadoras avanzadas”. Araghchi, quien desempeñó un papel crucial en las negociaciones nucleares de 2015, sostuvo que Irán está decidido a ejercer su derecho al uso pacífico de la energía nuclear.
El OIEA destaca que Irán es el único país sin armas nucleares que enriquece uranio al 60 por ciento, un nivel que excede con creces el límite del 3,67 por ciento establecido en el acuerdo nuclear de 2015. Este pacto, firmado con grandes potencias, expira en octubre de 2025.
En una entrevista con The Guardian, publicada en vísperas de las conversaciones, Araghchi advirtió que la frustración en Irán debido a los compromisos incumplidos, como el levantamiento de sanciones, podría conducir a un cambio en la política nuclear del país.
Debate interno en Irán sobre la política nuclear
Araghchi aseguró que Irán no tiene planes de superar el enriquecimiento al 60 por ciento “por el momento”. No obstante, admitió que existe un debate interno entre las élites políticas iraníes sobre si el país debería modificar su doctrina nuclear, la cual ha demostrado ser “insuficiente en la práctica”, según sus declaraciones.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, tiene la autoridad final en cuestiones estratégicas dentro del país. Hasta ahora, Jamenei ha emitido un decreto religioso o fatwa que prohíbe el desarrollo y uso de armas atómicas.
El programa nuclear de Irán tiene sus orígenes en la década de 1950, cuando el país mantenía una alianza con Estados Unidos. En ese entonces, el shah Mohammad Reza Pahlavi firmó un acuerdo de cooperación nuclear civil con Washington, sentando las bases de las capacidades nucleares iraníes actuales.