Irán anunció el jueves la detención de 25 personas durante las protestas del mes pasado contra la grave escasez de agua y la falta de respuesta de las autoridades en una provincia occidental, informaron los medios de comunicación locales.
“Durante tres concentraciones ilegales que tuvieron lugar en Hamadán, 25 personas fueron detenidas”, dijo el gobernador provincial, citado por la agencia de noticias ISNA.
Cientos de iraníes salieron a la calle en la provincia de Hamadán a finales de agosto para protestar por la falta de agua potable, quejándose de la incapacidad de las autoridades para resolver el problema.
Algunas zonas de Hamadán llevaban ocho días sufriendo cortes de agua, lo que llevó a los manifestantes a exigir la dimisión del gobernador y de los “funcionarios incompetentes”, según informó entonces el diario Hamshahri.
La agencia estatal de noticias IRNA también informó de que los manifestantes habían gritado “consignas contra los funcionarios” y “exigían una acción urgente para suministrar agua potable a la ciudad”.
Irán se ha enfrentado a niveles crecientes de sequía que han provocado escasez de agua y han hecho temer una crisis medioambiental peor.
El lago Urmia, el más grande de Oriente Medio, situado en el noroeste de Irán, corre el riesgo de secarse por completo si no se priorizan los esfuerzos de rescate por encima de las necesidades de los agricultores, declaró el martes un funcionario iraní de medio ambiente.
A mediados de julio, la policía detuvo a varias personas por “destruir la propiedad pública y perturbar la seguridad de la población” después de que se manifestaran contra la desecación del lago.
Se trata de una de las manifestaciones que se han producido este año en Irán contra la desecación de ríos y lagos en las zonas del centro y el oeste del país afectadas por la sequía.