Los muchos problemas de Irán se desvanecieron brevemente cuando los iraníes observaron una tradición persa de casi 4,000 años conocida como el Festival del Fuego.
La celebración se realizará el último martes por la noche antes de Nowruz, o el Año Nuevo iraní, que se celebrará el jueves. El ritual anual se remonta al menos a 1700 AEC y está vinculado a la religión zoroástrica.
Para celebrarlo, la gente enciende hogueras, enciende fuegos artificiales y envía faroles de deseos que flotan hacia el cielo nocturno. Otros saltan por encima y alrededor de los fuegos, cantando “Mi amarillo es tuyo, tu rojo es mío”, invocando el reemplazo de los males con calor y energía.
El festival del fuego también presenta una versión iraní de “dulce o truco”, con personas que van de puerta en puerta y se les da una mezcla navideña de nueces y bayas, así como cubos de agua.
Arezou Abarghouei se tomó de la mano de su hija y su esposo mientras saltaban sobre un pequeño fuego en Teherán.
“A los iraníes les encanta celebrar, y lo necesitan, especialmente ahora, cuando todos estamos enfrentando problemas económicos”, dijo. “Esta es una manera de olvidar estas dificultades solo por una noche”.
Este año, Nowruz llega en un momento de crecientes dificultades económicas tras la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de retirarse del acuerdo nuclear iraní y restablecer las sanciones agobiantes. La moneda iraní se ha desplomado en los últimos meses, y los precios se dispararon y eliminaron el ahorro de vida de muchas personas.
El festival del fuego es uno de los dos días festivos con raíces antiguas que aún se observan cada año en la República Islámica, el otro es un día de picnic a principios de abril.
El día festivo ofrece una oportunidad única para que los iraníes bailen y celebren en público, algo que las autoridades generalmente desaprueban. La policía advirtió a la gente que se mantuviera alejada de las calles principales y plazas públicas, pero ignoró en gran medida las celebraciones que se llevan a cabo dentro de los vecindarios.
Los partidarios de la línea dura desalientan tales celebraciones, viéndolas como remanentes paganos. La monarquía aliada occidental que fue derrocada por la revolución islámica de 1979 había enfatizado el pasado preislámico del país, presentándose como heredero de una civilización persa que se remonta a la antigüedad.
La agencia de noticias semioficial Fars citó al jefe del comité de emergencia del país diciendo que 155 personas resultaron heridas durante las celebraciones, principalmente por fuegos artificiales. Se dijo que 22 personas perdieron extremidades y 48 sufrieron lesiones en los ojos.