En medio de las tensiones mundiales con Occidente por su actividad nuclear, el jefe de la agencia atómica de Irán anunció que ha comenzado a inyectar gas en las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio avanzadas recién instaladas, según los medios estatales.
El jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, que hizo el anuncio durante una entrevista con la televisión nacional iraní el jueves, afirmó que la decisión se ajustaba a la normativa internacional.
Eslami no especificó dónde se encontraban las centrifugadoras en cuestión. Pero su anuncio se produjo el mismo día en que el organismo de control nuclear de la ONU informó de que Teherán había comunicado su plan de instalar dos nuevas cascadas de centrifugadoras avanzadas en la instalación nuclear subterránea de Natanz que le permitirán enriquecer rápidamente más uranio.
Las medidas se producen mientras los países reunidos en el Organismo Internacional de la Energía Atómica en Viena votaron el miércoles por la noche para censurar a Irán. La reprimenda se refiere a lo que el organismo de control considera que Irán no ha proporcionado “información creíble” sobre el material nuclear fabricado por el hombre que se ha encontrado en tres emplazamientos no declarados en el país.
Pero incluso antes de la votación, Irán desconectó dos dispositivos que el OIEA utiliza para controlar el enriquecimiento en Natanz. Los funcionarios iraníes también amenazaron con tomar más medidas en medio de una crisis de años.
“En los últimos 20 años, todos los métodos, comportamientos, operaciones psicológicas, sanciones y resoluciones que han ejercido e impuesto han estado en línea con la política de detener a la República Islámica de Irán”, dijo Eslami durante la entrevista del jueves en relación con la censura del OIEA.
“Es lamentable que una institución internacional haya sido explotada por un régimen ilegítimo y su reputación haya sido destruida”, dijo, acusando a la agencia de la ONU de ser “rehén del régimen sionista”.
Preguntado por la decisión de desconectar los dispositivos de vigilancia del OIEA, Eslami dijo: “Mantuvimos las cámaras en su lugar de acuerdo con el [acuerdo nuclear] para mostrar nuestra buena voluntad, pero ahora que se han hecho acusaciones falsas e inaceptables contra Teherán, se tomó la reciente decisión”.
Irán y las potencias mundiales acordaron en 2015 el acuerdo nuclear, por el que Teherán debería limitar drásticamente su enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. En 2018, el entonces presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo, tras la revelación del archivo secreto de Irán por parte de Israel.
Las conversaciones en Viena sobre el maltrecho acuerdo nuclear iraní están estancadas desde abril. Desde el fracaso del acuerdo, Irán ha puesto en marcha centrifugadoras avanzadas y cuenta con una reserva de uranio enriquecido que crece rápidamente.
Los expertos en no proliferación advierten que Irán ha enriquecido suficiente hasta el 60 % de pureza -un breve paso técnico desde los niveles de grado armamentístico del 90 %- para fabricar un arma nuclear si decidiera hacerlo.
Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos, aunque los expertos de la ONU y las agencias de inteligencia occidentales afirman que Irán tenía un programa nuclear militar organizado hasta 2003.