Nueve personas se enfrentarán a la pena de muerte en Irán por el asesinato de uno de los principales científicos nucleares del país, según informó el poder judicial el martes.
Mohsen Fakhrizadeh murió cuando su coche sufrió una emboscada en una autopista a las afueras de Teherán en noviembre de 2020, en un ataque del que Irán culpó a Israel, su archienemigo regional.
Los nueve acusados fueron acusados de “corrupción en la tierra” y connivencia con Israel, ambos delitos capitales en la República Islámica, dijo el portavoz del poder judicial Massoud Setayeshi.
“En el caso de Fakhrizadeh hay 15 acusados”, declaró Setayeshi en una conferencia de prensa.
Además de los condenados a muerte, otras seis personas han sido acusadas de “otros delitos”.
En septiembre, el fiscal jefe de Teherán, Ali Salehi, anunció que 14 personas habían sido acusadas en el caso.
Entre los cargos que se les imputaban figuraban “colusión con el fin de perturbar la seguridad nacional” y “acciones contra la seguridad nacional”, dijo Salehi en aquel momento.
En 2018, el gobierno israelí acusó a Fakhrizadeh de liderar los esfuerzos de Irán para construir una bomba atómica, una afirmación que Irán siempre ha negado con vehemencia.
Fakhrizadeh había estado bajo sanciones estadounidenses por su papel en el programa nuclear iraní cuando fue asesinado.
Las autoridades iraníes afirmaron que el atentado incluyó una bomba y una ametralladora teledirigida.
Irán ha amenazado con vengarse del asesinato.
Israel no ha comentado públicamente la acusación de ser el responsable, aunque el ex jefe del Mossad, Yossi Cohen, confirmó el año pasado que Fakhrizadeh estuvo durante mucho tiempo en el punto de mira de la agencia de espionaje.
Irán detiene, encarcela y ejecuta con frecuencia a personas a las que acusa de espiar para países extranjeros, sin presentar pruebas.
Irán e Israel mantienen desde hace años una guerra en la sombra, pero las tensiones han aumentado tras una serie de incidentes de gran repercusión que Teherán ha atribuido a Israel.
El domingo, Irán comunicó que había ejecutado a cuatro personas a las que acusaba de trabajar para la agencia de inteligencia israelí Mossad.
Otras tres personas fueron condenadas a largas penas de prisión.