Irán ha anunciado una nueva estrategia de “resistencia” en relación con los recursos energéticos de la región, según un artículo de la agencia de noticias pro-régimen Tasnim.
Este informe es importante porque muestra cómo Irán intenta vender -o interpretar- el acuerdo marítimo entre Israel y Líbano.
“Líbano pudo sacar su riqueza marítima de las garras de los sionistas gracias a los esfuerzos de la resistencia”, dice el informe.
Irán, Líbano, Yemen y el éxito
Irán conecta el éxito en Líbano, donde el grupo terrorista Hezbolá, apoyado por Irán, ocupa el sur, con el éxito de Irán en Yemen, donde los Houthis han roto un acuerdo de alto el fuego con Arabia Saudita y parecen dispuestos a escalar la situación.
La escalada de los Houthi podría presagiar los movimientos de Hezbolá. Según Irán, “[con] la advertencia del dron yemení de hace unos días a la coalición saudí-estadounidense sobre el saqueo del petróleo yemení, ha comenzado una nueva fase para hacer frente al saqueo en la región”.

Irán, a través de sus medios de comunicación favorables al régimen, afirma que “la cuestión energética siempre ha sido uno de los componentes básicos de la política exterior estadounidense, y desde el descubrimiento de petróleo en Oriente Medio, especialmente en Arabia Saudita, Estados Unidos ha codiciado los recursos energéticos enterrados en esta región”.
El informe añade: “Para las compañías petroleras estadounidenses, el petróleo de Oriente Medio, incluidos los recursos petrolíferos de los saudíes, ha sido considerado como la fuente de su riqueza. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, con el pretexto de apoyar la seguridad de los países de Oriente Medio, incluidos los países árabes, ha estado saqueando continuamente su riqueza petrolera”.
Irán cree que Estados Unidos quiere dominar los recursos energéticos y que por eso construyó bases en la región. Ahora Irán se centra en la crisis energética de Europa creada por la invasión rusa de Ucrania.
Los gasoductos Nord Stream han sido dañados y Turquía podría convertirse en un centro de gas que conecte a Rusia con Europa. Irán también quiere participar. Irán también está vigilando de cerca los recortes de producción de la OPEP, así como las relaciones entre Arabia y Estados Unidos, con el objetivo de sabotear los lazos entre Riad y Washington.
“Estados Unidos está cambiando su enfoque estratégico de Oriente Medio a la región de Asia-Pacífico, en este contexto, los países de Oriente Medio ya no pueden confiar en la protección geopolítica como antes”, dice el informe.
De este modo, Irán se ve fortalecido y puede intensificar sus amenazas al considerar que Estados Unidos abandona la región y que los países respaldados por Estados Unidos son débiles.
Según el informe, el acuerdo marítimo entre Israel y Líbano es un acontecimiento importante e Irán lo ve como la “fuerza del frente de resistencia para restaurar los derechos marítimos de Líbano”.
Así, Irán cree que las amenazas han asegurado lo que quiere en la costa de Líbano “al recuperar sus riquezas de petróleo y gas del régimen sionista de ocupación en el Mar Mediterráneo, debido a las posiciones decisivas de Hezbolá y [el líder de Hezbolá] Hassan Nasrallah, Líbano hizo que el eje americano-sionista ya no pudiera seguir saqueando los recursos energéticos de Líbano para exportarlos a América y Europa”.
Irán cree que se ha producido un “cambio fundamental en la estrategia de Estados Unidos en el saqueo de las riquezas de la región”, y el régimen iraní parece creer que esto ha llevado a la confrontación de Estados Unidos en la región y que es un anticipo de cómo Estados Unidos intentó extender su “hegemonía” a la zona. Sin embargo, Teherán parece pensar que EEUU ha fracasado en este empeño.