Irán criticó el jueves la decisión de Naciones Unidas de suspender su derecho a voto por no pagar sus cuotas como “fundamentalmente defectuosa, totalmente inaceptable y completamente injustificada”.
Teherán argumenta que los 16,2 millones de dólares que debe a la ONU son el resultado de las paralizantes sanciones de Washington, impuestas después de que el expresidente estadounidense Donald Trump retirara en 2018 unilateralmente a Estados Unidos de un acuerdo nuclear con Irán.
El derecho de voto de Irán en la Asamblea General de la ONU, de 193 miembros, fue suspendido en enero en virtud de las normas para los países cuyos atrasos son iguales o superiores a sus contribuciones adeudadas en los últimos dos años.
En una carta enviada el jueves al jefe de la ONU, Antonio Guterres, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, expresó su “fuerte consternación” por la pérdida del derecho de voto.
“La incapacidad de Irán para cumplir con su obligación financiera hacia las Naciones Unidas está directamente causada por las ‘sanciones unilaterales ilegales’ impuestas por Estados Unidos”, escribió Zarif, según la carta publicada en su cuenta de Twitter.
La República Centroafricana también se ha retrasado en el pago de sus cuotas a la ONU y perderá también su derecho de voto.
En la carta dirigida al presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir, Guterres dijo que otros tres países africanos -Comoras, Santo Tomé y Príncipe y Somalia- también están en mora. Pero dijo que la asamblea aprobó una resolución diciendo que todavía pueden votar en la actual sesión que termina en septiembre.
Según la carta del secretario general, los pagos mínimos necesarios para restablecer el derecho de voto son 16.251.298 dólares para Irán y 29.395 dólares para la República Centroafricana.
Comoras debe pagar 871.632 dólares, Santo Tomé y Príncipe 829.888 dólares y Somalia 1.443.640 dólares para reducir sus atrasos y evitar una posible supresión del derecho de voto después de septiembre, dice la carta.