Medios estatales iraníes informaron sobre el lanzamiento exitoso de tres satélites por parte de Irán, utilizando por primera vez el cohete portador Simorgh, desarrollado por su Ministerio de Defensa.
Este evento marca un hito significativo en el programa espacial iraní, aunque aún falta una verificación independiente del lanzamiento.
El cohete transportó un satélite de 32 kg y dos nanosatélites, cada uno de menos de 10 kg. Estos fueron enviados a una órbita de al menos 450 km de altura. Los nanosatélites se centrarán en pruebas de comunicación de banda estrecha y tecnología de geoposicionamiento.
El satélite principal, denominado “Mahda”, construido por la Agencia Espacial Iraní, tiene como objetivo principal evaluar la capacidad del cohete Simorgh para transportar múltiples cargas al espacio. Esta misión demuestra un avance significativo en las capacidades espaciales de Irán.
Este lanzamiento se produce tras la puesta en órbita del satélite Sorayya, ejecutada por la Guardia Revolucionaria. Este hecho generó inquietudes en Europa sobre la posible aplicación de esta tecnología en el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance, capaces de transportar armas nucleares.
El enriquecimiento de uranio por parte de Irán ha alcanzado niveles cercanos a los requeridos para armas, tras el fracaso de su acuerdo nuclear con potencias mundiales. Frente a las críticas europeas por el lanzamiento del satélite Sorayya, Irán defendió su derecho al desarrollo tecnológico pacífico en el ámbito aeroespacial.