TEHERÁN, Irán – Irán dice que espera ampliar los lazos con los Emiratos Árabes Unidos después de que el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan fuera elegido presidente del país del Golfo tras la muerte de su hermanastro.
Los dos países rebajaron sus relaciones diplomáticas en 2016 tras la ruptura de los lazos entre Irán y el peso pesado del Golfo, Arabia Saudita, aliado clave de los Emiratos.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, felicita hoy al jeque Mohamed por su elección como presidente de EAU, según un comunicado de la presidencia.
Raisi “expresó su esperanza de que los cimientos del desarrollo y el progreso de las relaciones entre los dos países… que se establecieron durante la época del difunto jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan, se amplíen con sabiduría y en consonancia con los intereses de los dos países”, dice.
Afirma que espera ver “una mayor profundización de las relaciones mutuas en todos los ámbitos” entre los dos países, dice el comunicado.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, partió esta mañana de Teherán hacia Abu Dhabi para dar el pésame por la muerte del presidente emiratí, según el ministerio.
El jeque Mohamed ha dirigido el Estado del Golfo, rico en petróleo, entre bastidores, desde que su hermanastro fue marginado por su mala salud en 2014.
Bajo su liderazgo, Abu Dhabi ha fomentado los lazos comerciales y políticos en toda la región -incluyendo, de forma limitada, a Irán-, pero se ha puesto del lado de Estados Unidos contra el programa nuclear de Teherán.
Los EAU forjaron lazos con Israel en virtud de los Acuerdos de Abraham en 2020, con la mediación del expresidente estadounidense Donald Trump. Irán ha dicho que los países árabes que normalizan los lazos con Israel están apuñalando a los palestinos por la espalda.
Irán, de mayoría chiíta, y EAU, de mayoría suní, apoyan a bandos rivales en la guerra civil de Yemen, que dura ya siete años; Abu Dhabi ha formado parte de la coalición militar liderada por Arabia Saudita, que apoya al gobierno reconocido internacionalmente y Teherán respalda a los rebeldes hutíes.