La sentencia de muerte del ciudadano sueco-iraní Ahmadreza Djalali está en la agenda y se llevará a cabo, dijo el martes el portavoz del poder judicial de Irán, Zabihollah Khodaian, sin dar una fecha de cuando se llevará a cabo la ejecución.
La semana pasada, la agencia de noticias semioficial iraní ISNA informó de que el investigador iraní-sueco, condenado a muerte acusado de espiar para Israel, será ejecutado el 21 de mayo.
El anuncio se produjo poco antes de que finalizara en Estocolmo el juicio de Hamid Noury, un exfuncionario de la fiscalía iraní detenido por las autoridades suecas en 2019. Todavía no se ha anunciado el veredicto.
Si es declarado culpable, Noury se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua por cargos de crímenes de guerra internacionales y abusos contra los derechos humanos.
Noury está acusado de desempeñar un papel destacado en el asesinato de presos políticos ejecutados por orden del gobierno en la prisión de Gohardasht, en Karaj (Irán), en 1988. Amnistía Internacional ha cifrado el número de ejecutados en unos 5.000, afirmando en un informe de 2018 que “la cifra real podría ser mayor”.
Según la legislación sueca, los tribunales pueden juzgar a ciudadanos suecos y a otros nacionales por delitos contra el derecho internacional cometidos en el extranjero.
El 2 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán convocó al enviado sueco para protestar por “las acusaciones infundadas e inventadas que el fiscal sueco hizo contra Irán durante el proceso judicial de Noury”, informaron anteriormente los medios de comunicación iraníes.