El Tribunal Supremo de la República Islámica de Irán confirmó la sentencia de muerte del campeón nacional de lucha libre Navid Afkari por su protesta del 2018 contra el régimen de Teherán. El sitio web de noticias Irán International informó el sábado que el régimen clerical de Irán impuso dos sentencias de muerte, seis años y seis meses de prisión, y 74 latigazos a Afkari. Su hermano, Vahid Afkari, fue condenado a 54 años y seis meses de prisión y a 74 latigazos. El tercer hermano, Habib, fue abofeteado con una pena de prisión de 27 años y tres meses y 74 latigazos.
Destacados estadounidenses e iraníes instaron a la República Islámica a no ejecutar a los hermanos. La actriz Nazanin Boniadi tuiteó: “El campeón de lucha libre, Navid Afkari, ha sido condenado a muerte por participar en las protestas antigubernamentales en Irán. Sus allegados han mencionado que fue sometido a una confesión forzada bajo tortura. Detengan las ejecuciones en Irán”.
Reza Pahlavi, el hijo del difunto Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, tuiteó “Navid Afkari, un campeón de lucha libre, se unió a sus compatriotas en protesta para exigir un futuro mejor. Por ello, el régimen criminal de Irán lo ha condenado a muerte. La comunidad internacional debe actuar para evitar el asesinato de otro joven e inocente iraní. Detener las ejecuciones en Irán”.
Iran International informó que “Navid y Vahid Afkari fueron severamente torturados para que confesaran, y el testimonio de los testigos acerca de sus palizas y torturas incluso se menciona en el caso, pero el tribunal lo ha ignorado”.
Una “fuente informada”, según Iran International, indicó que el caso está lleno de acusaciones sin fundamento, incluyendo muchas menciones de “producir herramientas para actividades criminales”, lo que se refiere a llevar un cortauñas, un destornillador y máscaras.
El poder judicial iraní acusó a los hermanos de 20 delitos diferentes, incluyendo “asistir a reuniones ilegales, asamblea y conspiración para cometer delitos contra la seguridad nacional, e insultar al líder supremo”.
El poder judicial de Irán es notoriamente opaco y no cumple con las normas internacionales de enjuiciamiento y el debido proceso, según las organizaciones de derechos humanos.