DUBAI, 3 de julio (Reuters) – Irán puede enfrentarse a una quinta ola de infecciones por COVID-19 a medida que la variante Delta del coronavirus, altamente contagiosa, se extiende por el país más afectado de Oriente Medio, advirtió el sábado el presidente Hassan Rouhani.
“Preocupa que todo el país pueda entrar en una quinta ola si no se tiene suficiente cuidado en seguir los protocolos sanitarios. Hoy en día, los informes indican que solo el 69% de la gente está observando las precauciones”, dijo Rouhani en declaraciones transmitidas por la televisión estatal.
“La variante Delta entró en el país desde el sur y el sureste, y deberíamos haber tenido cuidado para evitar su propagación en el país. Todas las normas sanitarias… deben cumplirse plenamente, de lo contrario tendremos un problema”, dijo Rouhani.
Irán, con una población de 83 millones de habitantes, ha registrado 84.627 muertes por coronavirus, la cifra más alta de Oriente Medio.
Las autoridades sanitarias han declarado la capital, Teherán, y otras 91 ciudades y pueblos como zonas “rojas” de alto riesgo, 30 más que hace una semana. Están ordenando restricciones a los viajes internos, el cierre de negocios no esenciales y la limitación de la asistencia al trabajo al 30% de los empleados en la capital.
El gobierno ha culpado de la lentitud de la campaña de vacunación a las sanciones de Estados Unidos que obstaculizan los esfuerzos para comprar vacunas extranjeras y a los retrasos en las entregas. Rouhani dijo que Irán ha recibido una pequeña parte de los 16,8 millones de vacunas que ha pedido al programa mundial de reparto de vacunas COVAX.
Un portavoz del grupo de trabajo sobre el coronavirus dijo a la televisión estatal que se han distribuido 7 millones de dosis de vacunas, de las cuales 2 millones de personas han recibido las dos dosis y 4 millones solo una.
Irán ha autorizado el uso público de dos vacunas producidas localmente, incluida una junto con Cuba, y está trabajando en otras cinco vacunas de producción propia. Teherán también coopera con Rusia en la distribución de la vacuna Sputnik V.
Los alimentos, las medicinas y otros suministros humanitarios están exentos de las sanciones estadounidenses reimpuestas a Teherán en 2018 después de que el presidente Donald Trump abandonara un acuerdo internacional de 2015 sobre el programa nuclear iraní.
Pero las medidas estadounidenses, que apuntan a sectores como el petróleo y las actividades financieras, han disuadido a algunos bancos extranjeros de procesar transacciones financieras con Irán. Teherán dice que esto ha interrumpido con frecuencia los esfuerzos para importar medicamentos esenciales y otros artículos humanitarios.