Irán ha comenzado el proceso de enriquecimiento de uranio con centrifugadoras avanzadas en su planta de Fordow, según informó el miércoles el Organismo Internacional de Energía Atómica, en lo que supondría una nueva violación del acuerdo nuclear multilateral que las potencias mundiales se apresuran a salvar.
El organismo de control nuclear de la ONU informó de que Teherán inició el proceso de enriquecimiento de uranio en Fordow, a 135 kilómetros de Teherán, hasta un 20 por ciento de pureza con un grupo de 166 máquinas avanzadas IR-6.
El anuncio del OIEA se produjo tres días después de que los negociadores de Irán y Estados Unidos volvieran a reunirse en Viena para mantener conversaciones indirectas destinadas a reactivar el Plan de Acción Integral Conjunto tras un receso de cinco meses provocado por la elección del presidente radical Ebrahim Raisi.
Irán ha ido escalando en sus violaciones del acuerdo -que prohíbe cualquier enriquecimiento en Fordow- desde que el expresidente estadounidense Donald Trump se retiró del acuerdo en 2018 y comenzó a imponer importantes sanciones a la República Islámica.
Hasta ahora, Irán había estado enriqueciendo uranio en Fordow, pero principalmente con máquinas IR-1 menos avanzadas, dijo el informe, y agregó que los negociadores occidentales temen que Teherán esté buscando crear hechos en el terreno al reiniciar las conversaciones en Viena.
Irán tiene otras 94 máquinas IR-6 instaladas en Fordow, aunque todavía no ha empezado a utilizarlas, según el OIEA.
Según un informe del OIEA visto por Reuters, el organismo de vigilancia nuclear tiene previsto ampliar sus inspecciones en Fordow -que Irán ha excavado en una montaña, aparentemente para protegerse de un ataque- como resultado de las medidas adoptadas por Irán.
“El Organismo ha decidido, e Irán ha aceptado, aumentar la frecuencia de las actividades de verificación en la FFEP y continuará las consultas con Irán sobre los acuerdos prácticos para facilitar la realización de estas actividades”, señala el informe.
En el segundo día de reanudación de las conversaciones en Viena esta semana, los negociadores europeos dijeron que evaluarán la “seriedad” de la posición iraní en los próximos días para decidir si continúan con las conversaciones recientemente reanudadas sobre la reactivación del acuerdo nuclear de 2015.
Sin querer establecer “un plazo artificial”, uno de los diplomáticos europeos no identificados en las conversaciones dijo que “no tenemos el lujo de gastar tiempo en sutilezas”.
“Si no demuestran que se toman en serio este trabajo, entonces tendremos un problema”, señalaron los diplomáticos de las naciones del E3 (Gran Bretaña, Francia y Alemania). “Las próximas 48 horas serán muy importantes”.
En esta ronda de conversaciones, “tenemos entre el 70% y el 80% del trabajo hecho, pero lo que queda son algunas de las cuestiones más difíciles”, dijeron los diplomáticos.
Los diplomáticos dijeron que la cuestión de las centrifugadoras de Irán sigue siendo un asunto sin resolver.
Irán mantuvo una línea dura tras el primer día de conversaciones el martes, sugiriendo que todo lo discutido en rondas anteriores de diplomacia podría ser renegociado, en directa contradicción con los comentarios hechos el lunes por el negociador jefe de la UE, Enrique Mora.
En declaraciones a la televisión estatal iraní, Ali Bagheri, principal negociador nuclear de Irán, se refirió a todo lo discutido hasta ahora como un mero “borrador”. No estaba claro si esto representaba una táctica de apertura por parte del nuevo presidente de Irán o si significaba un serio problema para los que esperan restaurar el acuerdo.
Irán mantiene que su programa atómico es pacífico. Sin embargo, las agencias de inteligencia estadounidenses y los inspectores internacionales afirman que Irán tuvo un programa organizado de armas nucleares hasta 2003. Los expertos en no proliferación temen que cualquier maniobra de intimidación pueda empujar a Teherán a tomar medidas aún más extremas para intentar forzar a Occidente a levantar las sanciones.
Para complicar aún más las cosas, los inspectores nucleares de las Naciones Unidas siguen sin poder supervisar completamente el programa de Irán después de que Teherán limitara su acceso. Un viaje a Irán realizado la semana pasada por el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, no logró ningún avance en esa cuestión.
El ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, en una visita el martes a París, instó al presidente francés, Emmanuel Macron, a reforzar las sanciones contra Irán y dijo que “hay que ejercer una amenaza militar creíble”.