Las potencias mundiales deben presionar a Teherán para que detenga su enriquecimiento de uranio antes de la reanudación de otra ronda de conversaciones indirectas en Viena para reactivar el acuerdo con Irán de 2015, dijo el primer ministro Naftali Bennett.
“Pido a todos los países que negocian con Irán en Viena que adopten una línea firme y dejen claro a Irán que no pueden enriquecer uranio y negociar al mismo tiempo”, dijo Bennett en su gabinete semanal.
Habló después de que una séptima ronda de conversaciones indirectas en Viena entre Teherán y Estados Unidos, junto con las otras cinco potencias mundiales, terminara el viernes sin ningún progreso.
No está claro si se reanudarán de nuevo esta semana.
“Nuestro objetivo es utilizar la ventana de oportunidad que se ha abierto entre las rondas para decirle a nuestros amigos de Estados Unidos: Este es precisamente el momento de utilizar un conjunto de herramientas diferentes contra el avance galopante de Irán en el ámbito del enriquecimiento”, dijo Bennett.
“Hay un momento para todo. Un momento para guardar silencio y un momento para hablar. Ahora es el momento de hablar”, añadió.
Esta semana, el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el jefe del Mossad, David Barnea, tienen previsto estar en Washington para hablar de Irán con funcionarios estadounidenses.
La administración Trump salió del acuerdo con Irán, también conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, en 2018, y volvió a imponer las sanciones que se habían levantado como resultado del acuerdo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tratado de revivir el acuerdo, que también había sido firmado por Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.
La Unión Europea medió en seis rondas de conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán antes de la elección de un nuevo gobierno iraní en junio dirigido por el presidente Ebrahim Rasi.
Funcionarios europeos y estadounidenses han afirmado que, durante la séptima ronda de conversaciones, celebrada la semana pasada, el nuevo gobierno iraní puso nuevas exigencias sobre la mesa y dio marcha atrás en los avances logrados a principios de año.
Irán había dejado de cumplir el acuerdo en 2019 y se ha acercado a la producción de uranio de grado armamentístico.
En sus declaraciones al gabinete semanal, Bennett acusó a Irán de adoptar un “enfoque agresivo y de intimidación” para “chantajear” a Estados Unidos para que elimine las sanciones existentes y así poder financiar su actividad terrorista mundial a través de su búsqueda de enriquecimiento de uranio, dijo Bennett.