Imágenes satelitales muestran ampliaciones en bases iraníes tras acuerdo de suministro de misiles a Rusia en 2022.
Las ampliaciones buscan aumentar la producción de misiles y drones
Recientes imágenes satelitales han revelado significativas ampliaciones en dos importantes instalaciones iraníes de misiles balísticos. Dos investigadores estadounidenses consideran que estas expansiones buscan aumentar la producción de misiles, una conclusión corroborada por tres altos funcionarios iraníes. Estas expansiones ocurrieron tras un acuerdo en octubre de 2022, en el que Irán se comprometió a suministrar misiles a Rusia, quien los necesita para su conflicto en Ucrania.
Además, Irán provee misiles a los islamistas hutíes en Yemen y a Hezbolá, la milicia libanesa, ambos grupos considerados terroristas islamistas y miembros del Eje de Resistencia contra Israel, según funcionarios estadounidenses. Las imágenes obtenidas por la empresa de satélites comerciales Planet Labs, captadas en marzo en la base militar de Modarres y en abril en el complejo de producción de misiles de Khojir, muestran más de 30 nuevos edificios en ambos sitios, situados cerca de Teherán.
Reuters, quien tuvo acceso a estas imágenes, reporta que muchas estructuras están rodeadas de grandes terraplenes de tierra, lo cual está asociado a la producción de misiles y diseñado para prevenir que una explosión en un edificio detone materiales altamente inflamables en estructuras cercanas, según Jeffrey Lewis del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey.
Expansiones en Khojir y Modarres buscan duplicar producción de drones
Según Lewis, las ampliaciones comenzaron en Khojir en agosto del año pasado y en Modarres en octubre, basado en las imágenes de los sitios. El arsenal iraní, ya el más grande de Oriente Medio, cuenta con más de 3,000 misiles, incluidos modelos capaces de portar ojivas convencionales y nucleares, de acuerdo con expertos.
Tres funcionarios iraníes, que prefirieron mantenerse en el anonimato por no estar autorizados a hablar públicamente, confirmaron que las ampliaciones en Modarres y Khojir buscan incrementar la producción de misiles balísticos convencionales. “¿Por qué no deberíamos hacerlo?”, cuestionó uno de los funcionarios.
Otro funcionario iraní indicó que algunos de los nuevos edificios también permitirán duplicar la fabricación de drones. Estos drones y componentes de misiles serían vendidos a Rusia, mientras que los drones serían suministrados a los hutíes y los misiles a Hezbolá, añadió. Reuters no pudo verificar de manera independiente los comentarios de los funcionarios iraníes.
Irán niega suministro de misiles y drones a Rusia y hutíes
La misión de Irán ante las Naciones Unidas no respondió a la solicitud de comentarios sobre la expansión de los complejos. Teherán ha negado anteriormente el suministro de drones y misiles a Rusia y a los hutíes. La oficina de prensa de Hezbolá tampoco respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Mohammed Abdulsalam, portavoz de los hutíes, afirmó que el aumento en la fabricación de armas por parte de Irán no afectaría a Yemen, ya que los hutíes desarrollan y fabrican sus aviones de manera independiente.
Jeffrey Lewis, junto con Decker Eveleth, analista de investigación de CNA, examinó las imágenes de Planet Labs como parte de un proyecto de Middlebury que supervisa la infraestructura de misiles iraníes. Lewis mencionó que Rusia busca capacidades de misiles de bajo costo y ha recurrido a Irán y Corea del Norte para obtenerlas.
Expansiones de instalaciones preocupan a Estados Unidos e Israel
Moscú y Pyongyang han negado cualquier transferencia de misiles norcoreanos a Rusia. Ni la embajada rusa en Washington ni la misión de Corea del Norte ante las Naciones Unidas respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios para este artículo.
En entrevistas separadas, los dos investigadores estadounidenses señalaron que las fotografías no especifican qué tipo de misiles se producirían en las nuevas instalaciones, las cuales aparentemente siguen en construcción. Un incremento en la producción de misiles o drones por parte de Teherán es preocupante tanto para Estados Unidos como para Israel.
Estados Unidos ha indicado que los drones iraníes están apoyando el asalto de Rusia a las ciudades ucranianas, mientras que Israel se enfrenta a ataques de grupos respaldados por Irán, como Hezbolá. La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos se negó a comentar sobre el análisis de los investigadores, y un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos no confirmó la evaluación.
Construcción en Shahid Modarres se aceleró tras explosión en 2011
Sin embargo, señaló que Estados Unidos ha implementado varias medidas, incluyendo sanciones, para restringir la producción y exportación de misiles y drones iraníes. En febrero, Reuters informó que Irán había enviado misiles balísticos tierra-tierra a Rusia para su uso en Ucrania, aunque Irán negó haber proporcionado dichas armas. Washington no pudo confirmar estas transferencias, pero asumió que Teherán planeaba suministrar misiles a Moscú.
Shahid Modarres y Khojir están bajo la supervisión del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), una organización paramilitar de élite designada internacionalmente como grupo terrorista, que juega un papel crucial en los programas nuclear y de misiles de Irán. Este grupo controla grandes sectores de la economía iraní y responde directamente al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
Desde hace mucho tiempo, estos complejos están vinculados con el desarrollo y la producción de misiles balísticos de corto y mediano alcance, así como con cohetes para el programa espacial del país. El 12 de noviembre de 2011, una explosión masiva en Shahid Modarres, relacionada con misiles de combustible sólido, destruyó una gran cantidad de misiles y causó la muerte de 17 oficiales del CGRI, incluyendo al general Hassan Moqaddam, considerado el “arquitecto” del programa de misiles balísticos de Irán.
Conclusiones de los investigadores sobre la expansión en Irán
Después de la explosión de 2011, la construcción en Shahid Modarres se reanudó y se aceleró el año pasado, según el segundo funcionario iraní. Lewis opinó que, probablemente, los iraníes decidieron no construir terraplenes alrededor de los edificios antes de la explosión para no llamar la atención sobre ellos. “Aprendieron a las malas”, comentó.
Eveleth y Lewis señalaron que la larga historia de estos sitios con el programa de misiles de Irán, y la presencia de numerosos terraplenes, respaldan la evaluación de que Teherán está expandiendo su producción de misiles balísticos. “Cuando observamos una línea de producción completa con este tipo de terraplenes, generalmente se trata de misiles”, afirmó Eveleth.