Según un informe secreto del Organismo Internacional de la Energía Atómica visto por Reuters el lunes, Irán ha comenzado a enriquecer uranio en su planta nuclear subterránea de Natanz utilizando nuevas centrifugadoras avanzadas.
Según el informe, Irán está avanzando en el despliegue de centrifugadoras IR-6 en la instalación. Las centrifugadoras son significativamente más productivas y flexibles en términos de cambio entre diferentes capacidades de enriquecimiento.
Reuters, citando un informe confidencial del OIEA a los Estados miembros, informó el domingo de que los inspectores habían confirmado que Irán estaba suministrando gas de hexafluoruro de uranio (UF6), el material que enriquecen las centrifugadoras, a la primera de las tres cascadas, o grupos, de centrifugadoras IR-6 instaladas en la planta subterránea de enriquecimiento de combustible (FEP) de Natanz.
Según el OIEA, las centrifugadoras “se utilizan para la producción de UF6 enriquecido hasta el 5% de U-235”.
Según Reuters, la agencia de la ONU informó de que, de las dos cascadas IR-6 restantes, una se encontraba en fase de pasivación utilizando UF6 empobrecido antes de iniciar el enriquecimiento propiamente dicho, y la otra aún no había sido cargada con material nuclear.
Las centrifugadoras más sofisticadas de que dispone el país son los modelos IR-6, que pueden enriquecer uranio al menos al 60 %. Según un informe de Reuters, Irán lleva un año utilizando el mismo equipo en el mismo emplazamiento de Natanz sobre el terreno. El uranio para armas nucleares tiene un nivel de enriquecimiento del 60 %.
Irán anunció en julio que estaba enriqueciendo uranio con nuevas centrifugadoras IR-6 hasta el 20 %. En junio, el OIEA informó de que Irán disponía de 43 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, fácilmente convertible al 90 %. En opinión de los expertos en no proliferación, Irán podría construir un arma nuclear con esa cantidad de material fisible.
El acuerdo nuclear de Irán con la potencia mundial en 2015 estipula que el país solo puede enriquecer uranio hasta una pureza del 3,67 %. Las sanciones contra Irán se levantaron a cambio de que el país se comprometiera a limitar su programa nuclear para que no pueda ser utilizado para crear armas nucleares.
El último giro de los acontecimientos se produjo cuando las conversaciones lideradas por la Unión Europea para reactivar el JCPOA alcanzaron una oferta culminante a Irán en Viena el mes pasado. Tanto Estados Unidos como Teherán han comentado la situación desde la semana pasada.
El domingo, el periódico israelí Haaretz citó lo que, según él, era una primera versión de la propuesta de la UE que aún no había sido enviada a los iraníes, y que afirmaba que, según los términos de un nuevo acuerdo, se exigiría a Irán que detuviera el enriquecimiento de uranio, pero se le permitiría conservar el material que ya ha producido.
Como resultado, Israel ha aumentado su presión sobre los países occidentales para que pongan fin a las discusiones sobre la reactivación del acuerdo. David Barnea, jefe del Mossad, visitará Washington la próxima semana para ayudar a dar forma al acuerdo.
Aunque los expertos de la ONU y las agencias de inteligencia occidentales afirman que Irán tuvo un programa nuclear militar organizado hasta 2003, Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos.
Israel ha prometido tomar medidas militares si es necesario para impedir que Irán adquiera armas nucleares.
El exjefe del Mossad, Yossi Cohen, afirmó el lunes que Israel llevó a cabo “innumerables operaciones” contra el programa nuclear de Irán durante su mandato como jefe del Mossad (de 2016 a 2021).