DUBAI (Reuters) – Irán e Irak se comprometieron el sábado a mejorar la cooperación fronteriza e impulsar el comercio entre los dos vecinos que han sido duramente afectados por la pandemia del coronavirus.
“Seguimos comprometidos a aumentar la cooperación política, económica y cultural entre los dos países”, dijo el presidente Hassan Rouhani al visitar al ministro de Asuntos Exteriores iraquí Fuad Hussein, según un sitio web del gobierno.
Hussein pidió la aplicación de acuerdos bilaterales en áreas como la cooperación fronteriza, el transporte y el comercio entre los dos países, dijo el sitio web.
La pandemia ha provocado el cierre de las fronteras y la interrupción del comercio y las visitas de millones de peregrinos y turistas.
Irán, que comparte una larga frontera con Irak, ha sido el epicentro del virus en el Oriente Medio, pero la propagación también se ha acelerado en Irak.
Irán es uno de los mayores socios comerciales de Irak. Las economías de ambos países están en crisis. Irán continúa sufriendo las sanciones de los Estados Unidos y la economía de Irak ha sido golpeada por años de guerras, sanciones y una insurgencia islamista.
Teherán también solía reunirse para denunciar la presencia militar estadounidense en la región.
“Consideramos que la presencia de las fuerzas estadounidenses en la región, ya sea en Iraq, Afganistán o los Estados del sur del Golfo Pérsico, va en detrimento de la seguridad y la estabilidad de la región”, dijo Rouhani.
Los Estados Unidos dijeron el jueves que habían renovado una exención para que Irak importe electricidad iraní, esta vez por 60 días para permitir a Bagdad tomar “acciones significativas” para reducir su dependencia energética del vecino Teherán.
La exención seguirá eximiendo a Irak de las sanciones estadounidenses reimpuestas a Irán, lo que perjudica su economía dependiente del petróleo, después de que el presidente Donald Trump retirara a Washington del acuerdo nuclear de las potencias mundiales para 2015 con la República Islámica.
Washington ha extendido repetidamente la exención a Bagdad para que utilice suministros de energía iraníes cruciales para su difícil red eléctrica, generalmente por períodos de 90 o 120 días.
Las renovaciones por períodos más cortos, según los analistas, podrían ser un reflejo de las relaciones entre los dos países que han estado tensas por los repetidos ataques militantes contra las fuerzas estadounidenses estacionadas en Irak que Washington ha culpado a Irán, que lo niega.
“La exención asegura que Irak pueda satisfacer sus necesidades energéticas a corto plazo mientras toma medidas para reducir su dependencia de las importaciones de energía iraní”, dijo un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
“Creemos que es posible que dentro de los 60 días el gobierno de Irak tome medidas significativas para promover la autosuficiencia energética”, dijo.
Estados Unidos ha insistido en que Irak, rico en petróleo, el segundo mayor productor de la OPEP, avance hacia la autosuficiencia como condición para su exención de importar energía iraní. Irak depende en gran medida del gas iraní para alimentar varias centrales eléctricas.