Israel está creando las condiciones para su propia destrucción, dijo el viernes el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán durante una manifestación por el Día de Jerusalén en la que se mostró el nuevo misil Kheibar Buster de fabricación nacional.
La televisión estatal dijo que millones de iraníes se unieron a las concentraciones para celebrar el Día de Quds, el nombre árabe de Jerusalén, en marchas organizadas por el Estado en todo el país.
Mostró cómo se prendía fuego a la bandera israelí y cómo grupos de personas de todo el país gritaban coreográficamente consignas de “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel”.
El presidente Ebrahim Raisi, los mandos militares de Irán y altos funcionarios también asistieron a las concentraciones en las que se permitió a la gente marchar por las calles, por primera vez desde el estallido de la pandemia de coronavirus hace dos años.
Las concentraciones del Día de Jerusalén se celebran anualmente en apoyo de los palestinos, que quieren que Jerusalén oriental sea la capital de un futuro Estado en los territorios liberados por Israel en la Guerra de los Seis Días, el último viernes del mes de ayuno musulmán del Ramadán.
“Dejad vuestros actos viciosos. Sabéis bien que somos gente de acción y reacción”, dijo a los manifestantes en Teherán el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, dirigiéndose a Israel.
“Nuestras respuestas son dolorosas. Ustedes crean las condiciones para su propia destrucción. No os dejaremos solos… Vosotros sabéis mejor que yo lo que os ocurrirá si emprendéis acciones malvadas”.
Israel, cuya existencia no reconoce la República Islámica, lleva tiempo amenazando con una acción militar contra Irán si las conversaciones entre Teherán y las potencias mundiales no consiguen frenar la actividad nuclear iraní. Irán afirma que sus ambiciones nucleares son pacíficas.
En febrero, la República Islámica presentó su misil “Kheibar Buster”, con un alcance de 1.450 km (900 millas).
Irán, que tiene uno de los mayores programas de misiles de Oriente Medio, afirma que sus misiles balísticos tienen un alcance de hasta 2.000 km y son capaces de alcanzar a su archienemigo Israel y las bases estadounidenses de la región.
Kheibar hace referencia a un antiguo oasis judío en la región de Hijaz, en la Península Arábiga, que fue invadido por guerreros musulmanes en el siglo VII.
Teherán considera que su programa de misiles balísticos es un importante elemento disuasorio contra Estados Unidos, Israel y otros adversarios, y ha rechazado las exigencias de Occidente para que lo detenga.
En el último año, Irán y Estados Unidos han mantenido conversaciones irregulares e indirectas en Viena para reactivar un acuerdo nuclear de 2015 que el entonces presidente Donald Trump incumplió en 2018 y que Irán, a su vez, comenzó a violar en 2019.
En virtud del acuerdo de 2015, Irán aceptó limitar su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones económicas.
Aunque parecían estar cerca de resucitar el acuerdo en marzo, las conversaciones se estancaron debido a las exigencias rusas de última hora y a la posibilidad de que Washington retirara a la Guardia Revolucionaria de Irán de su lista de organizaciones terroristas extranjeras.