El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) comunicó que Irán ha tomado medidas para restringir sus reservas de uranio enriquecido. Este anuncio, contenido en un informe confidencial, confirma que Teherán ha estado aumentando estas reservas al 60 % de pureza, desafiando las exigencias internacionales desde el último informe de agosto.
Según el informe, el uranio enriquecido al 60 % carece de usos civiles legítimos y se encuentra a un paso técnico del grado armamentístico, que requiere un 90 % de pureza. Durante la visita reciente de Rafael Grossi, director del OIEA, se discutió implementar restricciones en el nivel de enriquecimiento, incluidas medidas de verificación técnica para asegurar su cumplimiento.
La propuesta de Irán busca limitar su inventario a aproximadamente 185 kilogramos de uranio enriquecido. Inspectores del OIEA verificaron el 16 de noviembre que Teherán ha iniciado los preparativos en sus instalaciones de Fordow y Natanz para cumplir con esta limitación, según el documento.
Sin embargo, un alto diplomático indicó que esta iniciativa está condicionada a que las potencias occidentales desistan de aprobar una resolución de censura contra Irán en la próxima reunión del consejo del OIEA. Dicho proyecto, respaldado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, censura a Irán por su falta de cooperación con el organismo.
Inspecciones internacionales en el programa nuclear iraní
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, afirmó que “Irán sigue acumulando uranio altamente enriquecido sin propósito civil creíble”, subrayando la necesidad de exigir responsabilidades al país. Según el informe, al 26 de octubre, Irán poseía 182,3 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, un aumento desde los 17,6 kilogramos reportados en agosto.
Además, las reservas totales de uranio enriquecido de Irán alcanzan los 6.604,4 kilogramos, sobrepasando ampliamente el límite establecido en el acuerdo nuclear de 2015. Ese acuerdo limitaba a Irán a poseer hasta 300 gramos de uranio enriquecido al 3,67 %. Estados Unidos se retiró de dicho acuerdo en 2017, lo que desencadenó posteriores incumplimientos por parte de Irán.
El OIEA estima que, con 42 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, sería posible fabricar una sola arma nuclear, siempre que se aumente su pureza al grado armamentístico del 90 %. No obstante, Irán mantiene que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos.
Grossi ha advertido en reiteradas ocasiones que las reservas de uranio de Irán podrían servir para fabricar varias bombas nucleares. Asimismo, indicó que el OIEA carece de garantías de que el material enriquecido no esté siendo utilizado clandestinamente en la fabricación de armamento.
Diálogo internacional para reducir tensiones
En conversaciones sostenidas durante su reciente visita a Teherán, Grossi no logró avances significativos en cuanto a la reinstalación de equipos de monitoreo retirados en 2022. Según el informe, la falta de cooperación iraní obstaculiza la capacidad del OIEA para garantizar la naturaleza pacífica del programa nuclear.
A pesar de ello, Irán accedió a considerar la aceptación de nuevos inspectores tras haber expulsado previamente a varios expertos del OIEA en septiembre de 2023. Sin embargo, estos avances han sido limitados y no incluyen acceso a datos clave registrados por las cámaras de vigilancia.
De cara a la próxima reunión del consejo del OIEA, potencias europeas apoyadas por Estados Unidos buscarán censurar a Irán por su limitada colaboración con el organismo. Este movimiento tiene como objetivo presionar diplomáticamente a Teherán para cumplir con sus compromisos internacionales.
Por su parte, funcionarios iraníes han advertido sobre posibles represalias si se aprueba la resolución de censura. Según diplomáticos, estas podrían incluir la reversión de compromisos asumidos recientemente por el país en el marco de su cooperación con el OIEA.