Mientras los drones iraníes siguen acaparando la atención por su éxito en los combates contra objetivos ucranianos, Teherán realizó recientemente un ejercicio de guerra electrónica en el que mostró las capacidades EW (guerra electrónica) de sus vehículos aéreos de combate no tripulados.
El ejercicio de guerra electrónica contó con un pod electrónico acoplado al UAV Kaman-12 MALE y un conjunto de UAVs Ababil-3N con sensores externos no identificados.
Los ejercicios se llevaron a cabo en Isfahan y fueron supervisados por las unidades de guerra electrónica estratégica del Ejército de la República Islámica de Irán, informó la Agencia de Noticias Mehr.
La Fuerza Aérea iraní presentó oficialmente la línea de producción de un vehículo aéreo de combate no tripulado de fabricación nacional llamado Kaman-12 en 2019. Este UAV puede volar a 200 kilómetros por hora durante diez horas continuas.
Es un UAV de 450 kilogramos con una capacidad de carga útil de 100 kilogramos. Puede utilizar una pista de aterrizaje de tan solo 400 metros y cubre un radio de combate de 1.000 kilómetros.
En cambio, el UAV Ababil-3 se presentó en 2014. Puede retransmitir fotografías simultáneamente a estaciones de control en tierra o a cualquier otra plataforma, tiene un tiempo de vuelo de 8 horas y un alcance de 250 kilómetros.
Tiene un fuselaje completamente de material compuesto con un techo de 15.000 pies. El dron cuenta con una cámara frontal y una cámara giratoria de 360 grados con imagen térmica y visión nocturna bajo el fuselaje.
Según las imágenes que circulan por Twitter, los dos vehículos aéreos no tripulados se coordinaron con sistemas terrestres y con Boeing-707 dedicados a la observación de la Tierra. El Boeing 707 es un avión militar de carga reutilizado por la Fuerza Aérea iraní para operaciones de guerra electrónica.
En el Kaman-12 se podía ver una cápsula de guerra electrónica unida a él con cinta adhesiva. Anteriormente, un informe del Jerusalem Post también había señalado que la Fuerza Aérea iraní estaba utilizando estas vainas para la guerra electrónica.
El informe afirmaba que los pods no eran nuevos ni únicos y que países como Estados Unidos e Israel los han estado utilizando durante mucho tiempo.
EurAsian Times se puso en contacto con un analista militar de OSINT y observador de Irán que no quiso ser nombrado. Dijo que “la cinta adhesiva se ha utilizado para fijar los cables encima del UAV, pero las antenas ya están montadas”.
Afirmó además que “la generación de energía de los pequeños drones como el Kaman-12 y el Ababil-3 no es suficiente para una entrada de interferencia seria. Podrían utilizarse para interferir teléfonos móviles en el mejor de los casos o de baja potencia y corto alcance, pero eso es todo”.
“El Ababil-3 no es un UAV MALE, y aunque el Kaman-12 es más grande, sigue sin tener la potencia necesaria para realizar interferencias serias a gran escala”.
Otra imagen intrigante se convirtió en materia de discusión en los simulacros que emocionaron a los observadores militares. Según se informa, las fuerzas iraníes desplegaron un sistema basado en láser que podía derribar vehículos aéreos no tripulados y misiles.
Esto es significativo, ya que Irán había anunciado en marzo de 2022 que había desarrollado un cañón láser llamado “Sateb” que podía derribar objetivos aéreos utilizando rayos láser, como informó previamente Iran International. EurAsian Times no pudo verificar de forma independiente estas afirmaciones.
No sólo las vainas de guerra electrónica, los iraníes han hecho un avance significativo al presentar un sistema de guerra electrónica que es comparable a un sistema operativo en su país socio, Rusia.
Sistema EW de 400 kilómetros de Irán
Irán ha presentado un sistema de guerra electrónica de ultra largo alcance que podría ser comparable a los Krasukhas rusos.
Un avión de reconocimiento hostil fue interferido a una distancia de 400 kilómetros, según el viceministro de Defensa de Irán, que destacó los importantes avances de la nación en el campo de la defensa aérea, informó la agencia de noticias Tasnim.
El Krasukha es un sistema de guerra electrónica (EW) móvil, con base en tierra, diseñado principalmente para objetivos de radioelectrónica aérea (como los UAV) y sistemas aéreos guiados por radar.
El sistema se presenta en múltiples variantes y, según los informes, las fuerzas rusas en Siria fueron apoyadas con inhibidores Krasukha, que impidieron que pequeños drones de vigilancia estadounidenses recibieran señales de satélites GPS.
Afshin Naderi Sharif, adjunto del ministro de Defensa iraní para asuntos de industria e investigación, afirmó que los recientes avances de las fuerzas de defensa aérea locales han dificultado la entrada de objetos voladores hostiles en el espacio aéreo del país sin ser detectados.
“Hemos sido capaces de bloquear los aviones de reconocimiento del enemigo a una distancia de 400 kilómetros. El enemigo también es consciente de que la industria de defensa de la República Islámica ha adquirido estos conocimientos y los ha institucionalizado”, añadió.
Anteriormente, los analistas militares de OSINT habían afirmado que Irán estaba utilizando sistemas de guerra electrónica basados en tierra con configuraciones de antena inspiradas en el Krasukha-4. Anteriormente, los militares utilizaban interferidores más antiguos basados en el SPN-4.
Además, en 2021, el brigadier Shahrokh Shahram, un alto funcionario del Ministerio de Defensa iraní, declaró que la producción y el desarrollo de equipos de guerra electrónica se habían quintuplicado ese año.
Anteriormente, Irán tenía sistemas de guerra electrónica de corto alcance, capaces de suprimir objetivos a distancias de hasta 50-80 kilómetros.