Teherán reconstruirá sus instalaciones nucleares “con mayor fuerza”, dijo el domingo el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, a los medios estatales. También reiteró que el país no busca armas atómicas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que ordenaría nuevos ataques contra los sitios nucleares de Irán si Teherán intenta reiniciar las operaciones en las instalaciones que Estados Unidos bombardeó en junio.
Pezeshkian formuló sus declaraciones durante una visita a la Organización de Energía Atómica del país, donde se reunió con altos directivos de la industria nuclear iraní. “Destruir edificios y fábricas no nos creará un problema; reconstruiremos y con mayor fuerza”, dijo a la prensa.
En junio, Estados Unidos se unió a Israel para lanzar ataques contra instalaciones nucleares iraníes que, según las acusaciones, formaban parte de un programa orientado al desarrollo de armas nucleares.
Teherán sostiene que su programa nuclear tiene fines puramente civiles y, a la vez, pide de forma recurrente la destrucción de Israel. Antes de la guerra, Irán enriquecía uranio a niveles justo por debajo del grado armamentístico, un nivel sin aplicación pacífica.

Pezeshkian afirmó el domingo que “todo está destinado a resolver los problemas de la gente, la enfermedad, la salud de la gente”, en referencia a las actividades nucleares de Irán.
El sábado, el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, señaló que Teherán no desea conversaciones directas con Estados Unidos sobre su programa nuclear o de misiles. Además, insistió en que la República Islámica no renunciará a su capacidad de enriquecer uranio, según un informe de Al Jazeera.
“Nunca negociaremos nuestro programa de misiles, y ningún actor racional se desarmaría. No podemos detener el enriquecimiento de uranio, y lo que no se puede lograr con la guerra no se puede lograr a través de la política.
No tenemos ningún deseo de conversaciones directas con Washington, pero podemos llegar a un acuerdo para negociaciones indirectas”, dijo al medio qatarí. Luego añadió: “Estamos listos para negociar para eliminar las preocupaciones sobre nuestro programa nuclear y confiamos en su naturaleza pacífica. Llegar a un acuerdo justo es posible, pero Washington ha propuesto condiciones inaceptables e imposibles”.

En septiembre, ante la Asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York, Pezeshkian expresó una posición similar y prometió que “nunca se inclinará ante los agresores”, en el contexto de las sanciones por el programa nuclear. En ese discurso negó que Teherán busque armas nucleares y criticó al “régimen sionista” por la guerra en Gaza.
Asimismo, denunció los “ataques aéreos del régimen sionista y de los Estados Unidos de América contra las ciudades, los hogares y las infraestructuras de Irán”, y sostuvo que esos ataques ocurrieron cuando Irán avanzaba por la vía de las negociaciones diplomáticas.
Israel sostuvo que su amplio ataque de junio contra principales líderes militares iraníes, científicos nucleares, sitios de enriquecimiento de uranio y el programa de misiles balísticos resultó necesario para impedir que la República Islámica ejecutara su plan declarado de destruir el Estado judío.
En respuesta, Irán lanzó más de 500 misiles balísticos y alrededor de 1.100 drones contra Israel, con un saldo de 32 personas muertas y más de 3.000 heridas.
