Irán celebró el martes los “prometedores” comentarios recientes de funcionarios estadounidenses que sugieren explícitamente que Estados Unidos levantará las sanciones para volver al acuerdo nuclear de 2015.
“Esta postura nos parece realista y prometedora. Podría ser el comienzo de la corrección del mal proceso que había llevado a la diplomacia a un callejón sin salida”, dijo el portavoz del gobierno Ali Rabiei a los periodistas en Teherán.
Estados Unidos se suma este martes a las conversaciones en Viena, la capital austriaca -donde se cerró el acuerdo de 2015-, con el objetivo de salvar el pacto.
El presidente estadounidense Donald Trump se retiró del acuerdo en 2018, imponiendo una política de máxima presión contra un Teherán aislado y con problemas de liquidez.
Pero el sucesor de Trump, Joe Biden, ha dicho que está dispuesto a revertir la decisión.
En la conferencia de prensa del martes, se pidió a Rabiei que respondiera a los comentarios del enviado especial de Estados Unidos a Irán, Robert Malley.
Malley había dicho el viernes a PBS Newshour que “Estados Unidos sabe que, para volver a cumplir, va a tener que levantar … las sanciones que son incompatibles con (el acuerdo de 2015)”.
Rabiei dijo: “Saludamos estos comentarios”.
El anuncio del viernes de que Washington y Teherán iniciarían conversaciones indirectas a través de intermediarios fue uno de los primeros signos de progreso tangible en los esfuerzos para que ambas naciones vuelvan a cumplir con los términos del acuerdo, que obligó a Irán a imponer restricciones a cambio de un alivio de las sanciones estadounidenses e internacionales.
Los movimientos de Teherán han sido calculados para adoptar presión sobre las otras naciones del acuerdo -Rusia, China, Francia, Alemania y Gran Bretaña- para hacer más para compensar las sanciones paralizantes reimpuestas bajo Trump.
Biden llegó al cargo diciendo que volver al acuerdo y conseguir que el programa nuclear de Irán vuelva a estar bajo las restricciones internacionales era una prioridad. Pero Irán y Estados Unidos han discrepado sobre las exigencias de Irán de que se levanten primero las sanciones.
Altos funcionarios de los ministerios de Asuntos Exteriores de los países que aún participan en el acuerdo, el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, celebran el martes en Viena una reunión presidida por la Unión Europea.
En la capital austriaca también está prevista una delegación estadounidense encabezada por Malley. El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que las conversaciones se estructurarán en torno a grupos de trabajo que los europeos formarán con las otras partes del acuerdo.
Price dijo el lunes que las conversaciones son un “saludable paso adelante”, pero añadió que “no anticipamos un avance temprano o inmediato ya que estas discusiones, esperamos plenamente, serán difíciles”.
“No prevemos en este momento que haya conversaciones directas con Irán”, dijo. “Aunque por supuesto seguimos abiertos a ellas. Así que tendremos que ver cómo van las cosas a partir de principios de esta semana”.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, escribió en Twitter el viernes: “No hay reunión entre Irán y Estados Unidos. Innecesaria”.
Un comunicado emitido después de que las partes del acuerdo se reunieran virtualmente el viernes dijo que el objetivo de su reunión del martes es “identificar claramente el levantamiento de las sanciones y las medidas de implementación nuclear, incluso mediante la convocatoria de reuniones de los grupos de expertos pertinentes”.
Además, antes de las conversaciones del martes, un fiscal iraní dijo que 10 funcionarios han sido acusados por el derribo militar el año pasado de un avión de pasajeros ucraniano en el que murieron 176 personas.
El mes pasado, Irán se enfrentó a duras críticas internacionales por publicar un informe final en el que se culpaba a un error humano, pero no se nombraba a ningún responsable.