El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán declaró el lunes que las armas nucleares no forman parte de su doctrina nuclear, en respuesta a recientes especulaciones sobre un posible cambio en su política.
“Irán ha dicho en repetidas ocasiones que su programa nuclear solo tiene fines pacíficos. Las armas nucleares no tienen cabida en nuestra doctrina nuclear”, aseguró Nasser Kanaani, portavoz del ministerio, durante una rueda de prensa en Teherán.
La posición de Irán sobre la naturaleza pacífica de su programa nuclear ha sido constante, aunque enfrenta el escepticismo de Israel y de varios países occidentales. Esta declaración surge días después de que un comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, Ahmad Haghtalab, indicara que las amenazas de represalias por parte de Israel podrían forzar a Teherán a “revisar su doctrina nuclear y desviarse de sus consideraciones anteriores”.
Este anuncio coincide con tensiones crecientes en la región, marcadas por un ataque sin precedentes de Irán contra Israel la semana pasada.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, quien tiene la última palabra sobre el programa nuclear del país, sigue defendiendo su postura contra el desarrollo de armas nucleares. Occidente, sin embargo, sospecha que el programa tiene objetivos militares.
En 2021, el entonces ministro de Inteligencia de Irán mencionó que la presión de países occidentales podría empujar a Teherán a considerar la adquisición de armamento nuclear. A pesar de estas declaraciones, Jamenei ha reiterado su prohibición, establecida en una fatwa a principios de la década de 2000, contra la fabricación y almacenamiento de bombas nucleares.
Jamenei subrayó en 2019: “Construir y almacenar bombas nucleares está mal y usarlas es haram [prohibido religiosamente]… Aunque tenemos tecnología nuclear, Irán la ha evitado con firmeza”.
No obstante, recientes informes del Organismo Internacional de Energía Atómica, encabezados por Rafael Grossi, indican que Irán ha continuado enriqueciendo uranio a niveles de hasta el 60% de pureza. Este nivel de enriquecimiento supera ampliamente lo necesario para aplicaciones civiles y se acerca al umbral del 90%, considerado grado armamentístico.