TEHERÁN, Irán – Irán rechazó el sábado las “falsas acusaciones” del jefe de derechos de la ONU sobre las protestas por la escasez de agua en el suroeste del país, donde al menos cuatro personas han muerto desde la semana pasada.
Khuzestan, la principal región productora de petróleo de Irán y la más rica de las 31 provincias del país, se ha visto afectada por la sequía desde marzo, y las protestas han estallado en varios pueblos y ciudades desde el 15 de julio.
Los medios de comunicación y las autoridades iraníes han afirmado que al menos tres personas han muerto, entre ellas un policía y un manifestante, y han acusado a “oportunistas” y “alborotadores” de disparar contra los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
La televisión estatal dijo que una cuarta persona murió el jueves y dos resultaron heridas durante los “disturbios” en la provincia occidental de Lorestan, donde dijo que la gente había salido a las calles “con el pretexto de los problemas de agua en Khuzestan”.
La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió el viernes a Irán que abordara la escasez crónica de agua en Juzestán en lugar de reprimir a los manifestantes.
“Disparar y detener a la gente no hará más que aumentar la rabia y la desesperación”, dijo, añadiendo que la situación “catastrófica” se ha ido acumulando durante muchos años.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, dijo el sábado que los comentarios de Bachelet “sobre los recientes acontecimientos en Khuzestan (son) lamentables”, denunciando “acusaciones falsas e información incorrecta”.
La responsable de derechos no tuvo en cuenta los “grandes esfuerzos” del gobierno para “aliviar el sufrimiento de la población”, dijo Khatibzadeh en un comunicado, añadiendo que esto demostraba el carácter “político” de la declaración.
El presidente Hassan Rouhani dijo el sábado que “a pesar de las medidas tomadas, ciertos problemas en la provincia de Khuzestan todavía deben ser resueltos rápidamente”, añadiendo que la gente tenía “el derecho a protestar” contra la situación.
Los grupos de derechos humanos en el extranjero han acusado a Irán de utilizar una fuerza ilegal y excesiva para sofocar las protestas de Juzestán y han citado un número de muertos mayor que el informado por los medios de comunicación iraníes.