Una agencia de noticias iraní cercana a la élite de la Guardia Revolucionaria dijo el sábado que las fuerzas navales iraníes se estaban preparando para atacar a los buques comerciales estadounidenses en el Golfo el mes pasado en caso de que las fuerzas estadounidenses interfirieran con los petroleros iraníes con destino a Venezuela.
Irán envió una flotilla de cinco petroleros de combustible a su aliada Venezuela, necesitada de gasolina, en mayo, y Teherán ha dicho que continuará con los envíos si Caracas solicita más, a pesar de las críticas de Washington al comercio entre las dos naciones, que están ambas bajo sanciones estadounidenses.
“De acuerdo con los informes recibidos por Noor News, tras el aumento de las amenazas militares contra los buques iraníes que se dirigen a Venezuela, se emitió una orden a las fuerzas armadas de Irán para identificar y rastrear varios buques mercantes estadounidenses en el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán”, dijo Noor News en su sitio web.
“Las opciones de acción recíproca fueron inmediatamente identificadas y monitoreadas para posibles operaciones”, agregó la agencia.
Irán se quejó ante las Naciones Unidas el mes pasado y convocó al embajador suizo en Teherán, que representa los intereses de Estados Unidos en la República Islámica, sobre las posibles medidas que Washington podría tomar contra los petroleros iraníes.
Estados Unidos, que no obstaculizó la carga de los petroleros iraníes, está considerando la posibilidad de imponer sanciones a docenas de petroleros extranjeros adicionales para que comercien con Venezuela, dijo un funcionario estadounidense a Reuters a principios de este mes.
Irán incautó un petrolero de bandera británica en el Golfo el año pasado después de que las fuerzas británicas detuvieran un petrolero iraní frente al territorio de Gibraltar. Ambos barcos fueron liberados después de un mes de espera.
En una alerta que parecía dirigida directamente a Irán, la Marina de los Estados Unidos emitió una advertencia el mes pasado a los marineros del Golfo para que se mantuvieran a 100 metros (yardas) de los buques de guerra estadounidenses o se arriesgaran a ser “interpretados como una amenaza y sujetos a medidas defensivas legales”.
La tensión entre Washington y Teherán se ha intensificado desde 2018, cuando el presidente estadounidense Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear de Irán de 2015 con seis potencias mundiales y volvió a imponer sanciones paralizantes dirigidas particularmente a su vital industria petrolera.