DUBAI, 9 de agosto (Reuters) – Una persona muere ahora por el COVID-19 cada dos minutos en Irán, dijo el lunes la televisión estatal, mientras la nación más afectada de Oriente Medio informaba de un nuevo récord diario de 588 víctimas mortales.
Las autoridades se quejan del escaso distanciamiento social, y los medios de comunicación estatales afirman que los hospitales de varias ciudades se han quedado sin camas para nuevos pacientes. Algunos usuarios de las redes sociales han criticado al estamento clerical por la lentitud de la vacunación, ya que solo un 4% de los 83 millones de habitantes están totalmente inoculados.
El total de muertes ha llegado a 94.603, según el ministerio, mientras que los casos aumentaron en 40.808 en las últimas 24 horas, hasta llegar a 4.199.537, en una quinta oleada atribuida a la variante Delta, altamente transmisible.
“Cada dos segundos se infecta una persona en Irán y casi cada dos minutos muere una persona a causa del coronavirus”, dijo la televisión estatal, añadiendo que la mayoría de las 31 provincias de Irán han pasado del nivel naranja de menor riesgo a la alerta roja.
Esto se compara con la tasa de una muerte cada tres minutos registrada hace un mes.
En enero, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, prohibió las importaciones de vacunas fabricadas en Estados Unidos y Gran Bretaña, alegando que no eran fiables y podían propagar la infección.
Irán ha culpado a las sanciones de Estados Unidos de obstaculizar las compras y entregas de vacunas de otras naciones.
Los alimentos, las medicinas y otros suministros humanitarios están exentos de las sanciones estadounidenses reimpuestas a Teherán en 2018 después de que el entonces presidente Donald Trump abandonara el acuerdo nuclear de Irán de 2015.
El nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, que recibió el domingo en público la primera dosis de una vacuna COVID-19 de fabricación nacional, ha instado a las autoridades a acelerar las vacunaciones y a utilizar “todos los medios necesarios” para frenar la pandemia, informaron los medios estatales.
Tratando de acelerar las vacunaciones con dosis importadas, así como con su vacuna COVIran Barakat, Irán también está participando en el plan COVAX, dirigido por la alianza GAVI y la Organización Mundial de la Salud, que pretende garantizar un acceso justo para los países más pobres.