Al igual que Israel, Bahréin también está preocupado por la actividad expansionista del Irán en la zona y considera al Estado judío como un aliado que podría desempeñar un papel fundamental para frustrar esa amenaza.
“El programa nuclear de Irán no es nuestra única preocupación”, dijo el analista Tamam Busafi de Bahréin, refiriéndose a las acusaciones de que Teherán está trabajando en el desarrollo de armas de destrucción masiva que podrían ser utilizadas contra sus rivales regionales.
“Lo que nos preocupa es la interferencia de Irán en nuestros asuntos y sus intentos de convertir a Bahréin en otro Irak”, añadió el experto.
Bahréin, con su gran población musulmana chiíta gobernada por una familia real suní, ha sido testigo en varias ocasiones de lo que considera una intromisión de Teherán en sus asuntos.
Con la erupción de la Primavera Árabe en 2011, el pequeño Estado del Golfo vio una serie de grandes protestas contra el gobierno. Sospechando que Teherán estaba detrás de la sublevación, Manama se ocupó rápidamente de los acontecimientos, reprimiendo a los manifestantes y arrestando a los que violaban la ley.
Pero lo que más preocupaba a las autoridades de Manama eran las milicias apoyadas por Irán que, según se informa, siguen ensombreciendo la estabilidad de Bahréin.
Los informes sugieren que entre 2012 y 2019, Bahréin registró más de 20 milicias pro iraníes que han protagonizado cientos de ataques, desde tiroteos y coches bomba hasta asaltos a líneas de comunicación, edificios municipales e incluso bancos.
En un intento de hacer frente a esa amenaza, Bahréin se dirigió a los Estados Unidos, pidiendo ayuda, pero bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama lo único que recibieron fue un trato frío.
“Esa administración estaba más preocupada por las presuntas violaciones de los derechos humanos y en lugar de abordar nuestras preocupaciones y el hecho de que nos hemos enfrentado a la amenaza de las milicias armadas, estaban ignorando nuestras peticiones de asistencia”, explicó Busafi.
Ahora, cuando se proyecta que Joe Biden se haga cargo de la Casa Blanca y la llene de ex asesores de la administración de Obama, Busafi dice que Manama tiene una sensación de déjà vu y esto es algo que solo ha reforzado la intención de las autoridades de Bahréin de cooperar con Israel.
“Biden probablemente será diplomático con los iraníes y eso significa que le importará poco la seguridad de la región. Por eso necesitamos un aliado fuerte en el que podamos confiar y ese aliado podría ser Israel”.
El fortalecimiento de los lazos entre Israel y Bahréin ha progresado con bastante rapidez, para sorpresa de ambas naciones. Desde mediados de septiembre, los dos Estados han firmado una serie de acuerdos en los ámbitos de la aviación, el turismo y el comercio, y Busafi está seguro de que aún hay más por venir.
“Israel se ha dado cuenta de que no podía vivir con un conflicto a su alrededor para siempre, así que eligió la paz en lugar de la guerra. Bahréin también está interesado en la coexistencia pacífica y creo que los lazos entre los dos países se fortalecerán con el tiempo”.