El gobierno de Israel originalmente planeaba una represalia de mayor envergadura contra Irán después de que el 13 de abril, Irán lanzara cientos de vehículos aéreos no tripulados y misiles de ataque contra Israel. Sin embargo, este plan se desestimó posteriormente, según informó el New York Times.
La respuesta inicial habría incluido ataques a una cantidad significativa de objetivos militares iraníes, incluyendo aquellos cercanos a Teherán.
La información proviene de tres funcionarios israelíes anónimos citados por el medio, quienes indicaron que la decisión de limitar la respuesta se tomó tras una conversación telefónica entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente estadounidense Joe Biden.
Los funcionarios relataron que, en lugar de la operación inicialmente planeada, la represalia llevada a cabo por Israel la noche del jueves consistió en lanzar varios misiles desde aviones de combate a cientos de millas al oeste de Irán y desplegar drones de ataque tipo cuadricópteros para desorientar los sistemas de defensa aérea de Irán.
En el ataque, un misil israelí destruyó una batería antiaérea iraní, y un segundo misil, dirigido al mismo objetivo, fue neutralizado en el aire por la Fuerza Aérea Israelí (IAF) después de confirmar que el primero había sido efectivo. Este ataque causó daños en la base de Isfahán, ubicada cerca de una instalación nuclear iraní.
Una de las razones para optar por una respuesta más contenida fue el deseo de evitar una escalada hacia un conflicto regional más amplio. La noche del ataque inicial de Irán, este país realizó un asalto sin precedentes contra Israel, disparando más de 300 proyectiles, que incluyeron aproximadamente 170 drones de ataque, 30 misiles de crucero y más de 100 misiles balísticos.
Las defensas aéreas de Israel, apoyadas por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Jordania y Egipto, lograron interceptar casi todos los proyectiles, aunque un pequeño número de misiles balísticos logró impactar.
Una base aérea en el sur de Israel sufrió daños menores y una niña beduina de siete años resultó gravemente herida durante el ataque iraní.