El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió a los países musulmanes que impidieran el suministro de combustible y otros productos a Israel, que según él “impidió que el agua entrara en la Franja de Gaza”.
Sus comentarios se produjeron mientras se informaba de que un ataque con drones había dañado un barco frente a la costa de India. Estados Unidos dijo el viernes que Irán había estado “profundamente involucrado” en la planificación de los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra buques comerciales en el mar Rojo, interrumpiendo el transporte marítimo mundial.
“Las naciones musulmanas debían exigir a sus regímenes que pusieran fin a la ayuda a Israel y rompieran los lazos con él”, afirmó Jamenei, en una reunión con habitantes de las provincias de Juzestán y Kermán, en Teherán.
El 9 de octubre, dos días después de que Hamás perpetrara su devastadora masacre en comunidades del sur de Israel, Israel cortó el suministro de agua corriente que enviaba a Gaza, lo que representaba alrededor del nueve por ciento del suministro de agua del enclave costero en tiempos de paz. Desde entonces, ha reabierto parte del suministro a zonas humanitarias designadas.
Jamenei también reafirmó que Israel sería borrado algún día de la faz de la Tierra.
“Si Dios quiere, esta promesa es una de las certezas del futuro. Jóvenes, vean ese día con sus propios ojos. Con la ayuda y la fuerza de Dios, y con el permiso y la gloria de Dios, esto sucederá, y si Dios quiere, espero que ustedes los jóvenes vean ese día con sus propios ojos”.
Jamenei afirmó que Israel, Estados Unidos y el Reino Unido eran indistinguibles a los ojos de la comunidad internacional debido a su apoyo a la actual ofensiva militar en Gaza tras el ataque de choque de Hamás del 7 de octubre.
“Estados Unidos vetó descaradamente la resolución del Consejo de Seguridad a favor de un alto el fuego, desenmascarando el rostro de la civilización occidental”, afirmó en referencia a los esfuerzos de Washington por bloquear este tipo de medidas.
Irán, que apoya financiera y militarmente a Hamás, calificó de “éxito” el sanguinario atentado del grupo terrorista del 7 de octubre, pero negó cualquier implicación directa.