El líder supremo iraní exige sentencias de muerte en lugar de arrestos contra líderes israelíes acusados de crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional.
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Jamenei rechaza órdenes de arresto y exige penas de muerte
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, conocido por su respaldo a los grupos terroristas Hamás y Hezbolá, expresó este lunes que, en lugar de órdenes de arresto, deberían dictarse penas de muerte contra los líderes de Israel. Estas declaraciones surgen tras la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ex jefe de Defensa, Yoav Gallant y un líder de Hamás, Mohammed Deif.
Refiriéndose a esta medida, Jamenei declaró: “Emitieron una orden de arresto, eso no es suficiente… Se debe dictar la pena de muerte para estos líderes criminales”. Esta postura refleja una dura crítica hacia los líderes israelíes involucrados en la guerra.
El jueves pasado, la CPI argumentó que existían motivos razonables para considerar que Netanyahu y Gallant eran responsables de actos como asesinato, persecución y uso de hambruna como arma de guerra, señalando que estas acciones formaban parte de un “ataque generalizado y sistemático contra la población civil de Gaza”.
La decisión generó reacciones encontradas. Mientras que en Israel fue calificada de “vergonzosa y absurda”, los habitantes de Gaza expresaron esperanza en que estas acciones conduzcan al fin de la violencia y a la rendición de cuentas por presuntos crímenes de guerra.
Reacciones internacionales y rechazo a la jurisdicción de la CPI
Israel, que no forma parte de la CPI, ha rechazado la autoridad del tribunal con sede en La Haya, negando cualquier acusación de crímenes de guerra en Gaza. Además, señaló a Hamás por utilizar a civiles como escudos humanos. Por su parte, Estados Unidos, que tampoco es miembro de la CPI, igualmente rechazó la decisión judicial.
Algunos países occidentales, como Reino Unido e Italia, indicaron que cumplirían con las órdenes de arresto si Netanyahu o Gallant ingresaran a sus territorios. Sin embargo, el rechazo generalizado por parte de Israel y otros aliados sigue marcando las discusiones internacionales sobre el tema.
Recientemente, Netanyahu destituyó a Gallant debido a diferencias en la conducción de la guerra, lo que añade otra dimensión política a este conflicto. Por otro lado, la orden contra Mohammed Deif incluye cargos de asesinatos masivos relacionados con la masacre del 7 de octubre de 2023 en Israel, donde murieron más de 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.
Israel asegura que Deif murió en un ataque aéreo en julio, aunque Hamás no ha confirmado ni desmentido esta afirmación.
El impacto de los ataques de Hamás y Hezbolá en la región
El ataque inicial de Hamás, que provocó la guerra actual en Gaza, ha dejado un saldo numeroso. Según el Ministerio de Salud controlado por Hamás, la contraofensiva de Israel ha causado la muerte de más de 44.000 personas. Sin embargo, estas cifras no han podido ser verificadas de manera independiente ni distinguen entre civiles y combatientes. Por su parte, Israel asegura haber eliminado al menos a 17.000 combatientes en Gaza y a otros 1.000 dentro de su territorio.
Simultáneamente, el grupo terrorista Hezbolá intensificó ataques desde el Líbano en apoyo a Gaza. Desde el inicio de los enfrentamientos, los lanzamientos de cohetes y drones casi diarios generaron respuestas contundentes por parte de Israel, que en septiembre amplió su ofensiva contra Hezbolá, y provocó la eliminación de la mayoría de sus líderes, incluido su líder Hassan Nasrallah.
Estos acontecimientos han escalado la guerra hacia una confrontación directa entre Israel y los patrocinadores de Hezbolá, principalmente Irán. Los enfrentamientos se han convertido en una preocupación internacional por su impacto en la estabilidad regional.
Escalada de tensiones entre Israel e Irán
Irán ha jugado un papel crucial en la escalada de la guerra, disparando cientos de cohetes y drones contra Israel en dos ocasiones este año. El primer ataque, en abril, fue neutralizado en su mayoría por sistemas de defensa aérea, apoyados por una coalición de fuerzas liderada por Estados Unidos.
El 1 de octubre, Teherán lanzó un ataque masivo con unos 200 misiles balísticos, obligando a la población israelí a refugiarse en zonas seguras. Aunque los daños fueron limitados, el impacto psicológico y estratégico fue significativo, aumentando las tensiones en la región.
En respuesta, Israel llevó a cabo un ataque de gran escala contra instalaciones militares iraníes el 26 de octubre, intensificando aún más la guerra. Irán ha prometido represalias, mientras que un asesor cercano a Jamenei afirmó recientemente que Teherán está preparándose para una respuesta concreta, sin especificar detalles.