El martes, el jefe del organismo de control nuclear de la ONU, Yukiya Amano, declaró que el programa nuclear de Irán “avanza muy, muy rápidamente” y que las “palabras bonitas” de Teherán no son suficientes para los inspectores internacionales.
“Cuando se trata de lo nuclear, las palabras bonitas no lo consiguen”, advirtió el martes el jefe del OIEA, Rafael Grossi, en unas declaraciones en la sede de la ONU. Todo lo que tienen que hacer es cooperar y ser abiertos y honestos con nosotros. Por lo que sé, estamos preparados, y espero que ellos también lo estén.
Tiene que haber un proceso de verificación adecuado para el “programa nuclear extremadamente ambicioso” de Irán, añadió.
Dado que está ampliando su alcance y capacidad, Grossi explicó que “el programa está avanzando muy, muy rápidamente y no solo hacia delante, sino también hacia los lados”.
El estancamiento entre Irán y otras potencias internacionales, sobre todo Estados Unidos, en los esfuerzos por revivir los acuerdos nucleares de 2015. Al utilizar centrifugadoras más modernas, Irán ha aumentado su capacidad de enriquecimiento de uranio.
El programa nuclear de Irán “avanza al galope y tenemos muy poca visibilidad”, dijo Grossi el mes pasado.
En junio, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reveló que Irán tenía 43 kilos de uranio con una pureza del 60 %, a un paso del 90 % de pureza. A los expertos en no proliferación nuclear les preocupa que Irán tenga suficiente material fisible para construir una bomba nuclear.
También el mes pasado, Irán retiró 27 cámaras de las instalaciones nucleares iraníes, lo que hace temer que los inspectores del OIEA no puedan observar los avances de Teherán.
Según un informe de la agencia de noticias semioficial Fars, Mohammed Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI), declaró que Irán podría crear un arma atómica, pero que no está interesado en hacerlo.
El principal asistente del líder supremo de Irán, Alí Jamenei, Kamal Kharazi, hizo comentarios similares sobre las capacidades nucleares de Teherán el mes pasado. No hay planes para que Irán construya un arma atómica, a pesar de la capacidad tecnológica del país para hacerlo, según Eslami, citado por el periódico.
Por su parte, Irán aceptó limitar su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones en el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015. Por parte de Estados Unidos, Irán y el Reino Unido, Francia y Rusia, así como Alemania, firmaron el acuerdo.
La administración Trump se retiró del acuerdo en 2018, citando la preocupación por el programa de desarrollo de misiles de Irán y la incapacidad del acuerdo para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Muchos de los compromisos de Irán con el JCPOA estaban siendo abandonados.
La retirada de EE. UU. del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) ha languidecido durante meses, y la última ronda de conversaciones entre EE. UU. e Irán, celebrada en julio en Catar, tampoco logró avanzar.
Ante la amenaza existencial que supone para el Estado judío el programa de armas nucleares de Irán, Israel, que se opone a que Estados Unidos vuelva al JCPOA, ha prometido atacar por su cuenta los emplazamientos iraníes.
Biden y el primer ministro Yair Lapid firmaron una declaración estratégica conjunta durante la gira que el presidente Joe Biden realizó en julio por la zona, en la que se comprometía a que EE. UU. empleara “todos los elementos de su poder nacional” para impedir que Irán adquiriera armas nucleares.
El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, advirtió la semana pasada que renovar un acuerdo de 2015 con las potencias occidentales para frenar las operaciones nucleares iraníes sería simplemente una estrategia dilatoria. Israel puede causar un gran daño al programa nuclear iraní.