El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica dijo que el programa de vigilancia del organismo en Irán ya no está “intacto” después de que Teherán rechazara las peticiones de reparación de los equipos de vigilancia dañados en un ataque en junio contra un centro nuclear iraní que se ha atribuido a Israel.
El ataque con aviones no tripulados de junio afectó supuestamente a la Compañía de Tecnología de Centrifugación de Irán, o TESA, en la ciudad de Karaj, al noroeste de Teherán. Según un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica, la explosión destruyó una de sus cámaras en el lugar y dañó gravemente otra. Se desconoce cuántas cámaras hay allí.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, dijo en una entrevista el sábado con NBC News que Irán citó su investigación en curso sobre el ataque para negar al organismo de vigilancia de las Naciones Unidas el acceso al sitio o la posibilidad de reemplazar las cámaras dañadas.
Grossi dijo a la cadena que, sin ese acceso, el programa de vigilancia y verificación del OIEA en Irán “ya no está intacto”.
“No ha paralizado lo que estamos haciendo allí, pero [el] daño que se ha hecho, [tiene el] potencial de que no podamos reconstruir la imagen, de lo que los iraníes han estado haciendo en el sitio”, dijo.
“Si se reinicia el JCPOA y cuando lo haga, sé que para que los socios del JCPOA vuelvan a un acuerdo, tendrán que saber dónde ponen los pies”, añadió Grossi, en referencia al acuerdo nuclear de 2015.
El mes pasado, Irán reconoció que había retirado varias cámaras de vigilancia dañadas instaladas por el OIEA en el sitio de Karaj.
En julio, Irán acusó a Israel de montar el ataque de sabotaje en el sitio, que fabrica componentes para las máquinas utilizadas para enriquecer uranio. Sin revelar los detalles del asalto, las autoridades iraníes reconocieron que el ataque había dañado el edificio.
El ataque a Karaj fue el último de una serie de presuntos ataques contra el programa nuclear iraní que han intensificado las hostilidades regionales en los últimos meses, mientras las potencias mundiales intentan salvar el acuerdo nuclear, actualmente en quiebra. Se cree que Israel ha llevado a cabo el sabotaje, aunque no ha reivindicado su responsabilidad.
La advertencia de Grossi se produjo en medio del estancamiento de las negociaciones mediadas por la UE para revivir un acuerdo histórico de 2015 que reduce el programa nuclear de Irán a cambio de un alivio de las sanciones.
Ese acuerdo comenzó a desmoronarse en 2018 cuando Estados Unidos se retiró de él y restableció las sanciones. Irán, a su vez, comenzó de nuevo a intensificar sus actividades nucleares.
En abril comenzaron las conversaciones en Viena entre Teherán y las cinco partes restantes del acuerdo de 2015, con el objetivo de que Washington volviera a participar en el acuerdo.
Pero ese diálogo está estancado desde junio, cuando el ultraconservador Ebrahim Raisi ganó las elecciones presidenciales de Irán.
Grossi también dijo a la NBC que todavía no había hablado con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, que fue nombrado por Raisi en agosto.