Las huelgas de trabajadores por reivindicaciones económicas afectaron a las vitales industrias petroquímica y petrolera de Irán durante la última semana, lo que llevó a un experto a comentar que la desaparición del régimen podría comenzar con los disturbios laborales.
“Las huelgas y protestas localizadas son más comunes de lo que la mayoría cree. Por lo general, terminan por sí solas. Pero cuando el colapso de la República Islámica comience, es probable que empiece aquí”, tuiteó Norman Roule, que sirvió durante 34 años en la Agencia Central de Inteligencia y supervisó los programas de Oriente Medio.
Las principales reivindicaciones económicas de los trabajadores son el aumento de los salarios, la reducción de las jornadas laborales y el fin de los contratos temporales.
En Twitter circularon imágenes y vídeos de empleados iraníes realizando paros laborales. Según la organización de noticias Iran International, con sede en Londres, los trabajadores lanzaron su campaña con los lemas “No renunciaremos a nuestros derechos”, y “Campaña de huelga 1400”, en referencia al año 1400 del calendario iraní actual.
Iran International informó de que los trabajadores industriales de Jahan Pars, la Petroquímica de Gachsaran, la Refinería de Teherán, la Refinería de Abadán, así como otras plantas, participaron en la huelga.
Irán se enfrenta desde hace meses a protestas casi continuas de trabajadores y pensionistas por una tasa de inflación superior al 50%, un elevado desempleo y salarios impagados.
Un número indeterminado de trabajadores con contratos temporales “se quedó en casa” para presionar por unos salarios más altos a principios de esta semana en Asaluyeh, el principal centro de producción de gas de Irán en el Golfo, informó la Agencia de Noticias Laborales de Irán (ILNA), controlada por el régimen.
“Desde que nos enteramos de las acciones laborales y de sus reivindicaciones salariales y de beneficios… se está haciendo un seguimiento serio de las cuestiones en la Comisión de Energía [del Parlamento]”, dijo a la ILNA Mousa Ahmadi, un legislador cuyo distrito incluye Asaluyeh. Según grupos de derechos y publicaciones en las redes sociales, la refinería de Teherán ha despedido a 700 trabajadores en huelga. Un vídeo en las redes sociales mostraba a trabajadores de la refinería sosteniendo lo que parecían ser notificaciones de despido.
Shaker Khafai, portavoz de la Compañía de Refinación de Petróleo de Teherán, de propiedad estatal, negó que los trabajadores fueran despedidos y dijo que un subcontratista había despedido a 35 trabajadores, informó la agencia de noticias IRNA, controlada por el régimen.
El régimen clerical de Teherán prohíbe toda actividad sindical independiente.