El pasado fin de semana, se registró un tiroteo en la frontera entre Irán y Afganistán, que resultó en la muerte de tres personas. El incidente, provocado por una disputa relacionada con el agua, fue ampliamente difundido en las redes sociales.
En las imágenes, se observa a combatientes talibanes utilizando vehículos blindados de fabricación estadounidense, como Humvees, y un camión de transporte Navistar 7000 en la frontera.
Hostilidad transfronteriza debido a problemas de agua
El río Helmand, que fluye desde Afganistán hasta Irán, ha sido durante mucho tiempo un punto de discordia entre ambos países en términos de seguridad del agua. La sequía que afecta a ambas naciones ha aumentado las tensiones, y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, instó a los talibanes a no restringir el caudal de agua de este río.
Aunque se afirmó que los talibanes respetarían un tratado sobre el agua firmado en 1973, también hicieron hincapié en que la sequía en el país no debe ser ignorada. El reciente recrudecimiento de las hostilidades podría indicar un posible conflicto en el futuro.
Los talibanes utilizan armamento de origen ruso y estadounidense
La mayoría del equipo militar utilizado por los talibanes actualmente fue capturado a la Unión Soviética en la década de 1980 o recuperado tras la retirada de Estados Unidos de Afganistán en 2021. La precipitada retirada de las tropas estadounidenses estuvo marcada por diversos problemas, incluido un atentado suicida en el que murieron 13 miembros del servicio estadounidense mientras los civiles intentaban huir del país antes de que los talibanes se hicieran con el control total.
Los talibanes siguen una interpretación estricta de la sharia, utilizando esta como justificación para cometer crímenes contra la humanidad y promover la discriminación. La retirada también dejó una gran cantidad de armamento abandonado, con un valor estimado de 7.000 millones de dólares, que los talibanes han utilizado para fortalecer su presencia y formar un “gran ejército”.