Una adolescente de 16 años fue golpeada en el metro de Teherán al no llevar hiyab, avivando tensiones en el aniversario de la muerte de Mahsa Amini.
Detalles oscuros en el incidente de Armita Geravand
La joven Armita Geravand fue encontrada herida tras abordar un tren sin llevar pañuelo. Existen informes conflictivos sobre las circunstancias, cuestionando si sufrió un accidente o fue víctima de un ataque.
La Organización Hengaw para los Derechos Humanos declaró que Shahin Ahmadi, madre de Armita, fue arrestada y está desaparecida. A los estudiantes de la Academia de Arte “Arwa al-Wathqi”, donde estudiaba Geravand, se les ha advertido no compartir detalles del suceso.
Activistas internacionales sospechan que el motivo de la agresión a Geravand fue su decisión de no portar el hiyab. Demandan una revisión imparcial de la ONU, desconfiando del papel de la televisión estatal iraní en obtener confesiones forzadas.
Creciente vigilancia religiosa en Irán
Este suceso ocurre mientras Irán refuerza la presencia de su policía moral, relacionada con la muerte de Amini. El hiyab, más allá de un símbolo religioso, es una exigencia política y muchas mujeres, desafiando esta normativa, eligen no llevarlo.
Armita Geravand, con ascendencia kurda, sufrió un ataque en el metro Shohada. Las grabaciones de seguridad muestran su aparente bienestar inicial hasta que un revisor interviene, y segundos después, Armita yace en el suelo. La ausencia de imágenes del interior del vagón siembra dudas sobre la narrativa oficial.
El grupo Iran Human Rights urge a una investigación internacional, acusando a Teherán de distorsionar los hechos. Señalan que la República Islámica persiste en hostigar a las mujeres bajo el pretexto de hacer cumplir el hiyab.
Reacciones internacionales ante la agresión
Después del incidente, Geravand fue trasladada al hospital Fajr, donde se arrestó a un periodista que intentaba obtener información. La situación ha captado la atención global, con la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania y el representante especial adjunto de Estados Unidos para Irán manifestando su inquietud.
Las autoridades en Irán están en alerta, temiendo una reacción pública similar a la del caso Amini. A pesar de la represión, el desafío al hiyab por parte de las mujeres persiste, y como respuesta, el gobierno de Teherán ha implementado “guardias del hiyab” en el metro.
Estos sucesos reflejan una creciente preocupación sobre los derechos y la seguridad de las mujeres en Irán, subrayando la tensión entre tradiciones arraigadas y un movimiento hacia la autonomía personal.