BERLÍN – Los países de Europa que intentan mantener vivo el acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales anunciaron el martes que el sistema que establecieron para permitir el comercio con Teherán ha concluido finalmente su primera transacción, facilitando la exportación de productos médicos.
Reino Unido, Francia y Alemania concibieron en enero de 2019 el complejo sistema de trueque denominado INSTEX, que tiene como objetivo proteger a las empresas que hacen negocios con Irán de las sanciones estadounidenses. El movimiento se produjo meses después de que el presidente Donald Trump retirara unilateralmente a los Estados Unidos del acuerdo nuclear que Teherán había alcanzado con las potencias mundiales en 2015 y volviera a imponer sanciones.
Desde entonces, los funcionarios han luchado por poner en marcha el sistema. Sin embargo, el martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania dijo que los tres países europeos “confirman que INSTEX ha concluido con éxito su primera transacción, facilitando la exportación de productos médicos de Europa a Irán”.
“Estos bienes están ahora en el Irán”, dijo en una declaración que no daba detalles de los bienes ni de quiénes estaban involucrados en la transacción. No especificaba cuál era el propósito médico previsto. Irán ha sido duramente golpeado por la pandemia del coronavirus, pero el suministro de productos médicos a Irán ya era una preocupación antes del brote.
“Ahora que la primera transacción se ha completado, INSTEX y su contraparte iraní STFI trabajarán en más transacciones y en la mejora del mecanismo”, dice el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
Teherán ha estado violando gradualmente las restricciones del acuerdo nuclear para presionar a las partes restantes del acuerdo, China, Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido, para que proporcionen nuevos incentivos para compensar las sanciones estadounidenses, diciendo que INSTEX ha sido insuficiente.
El acuerdo nuclear tiene como objetivo evitar que Irán desarrolle una bomba, algo que los líderes del país insisten en que no quieren hacer, a pesar de las amplias pruebas de lo contrario.